¿Qué pasa sin un demandado fallece? Conozca todos los detalles

En el ámbito legal colombiano, la muerte de una de las partes en un proceso judicial, especialmente del demandado, genera una serie de consecuencias que afectan el desarrollo del mismo.

Para comprender mejor este escenario, es importante analizar los distintos momentos en que puede ocurrir el deceso y las implicaciones legales en cada caso.

El primer efecto que se produce ante el fallecimiento del demandado es la suspensión del proceso.

Este es el proceso que se realiza en caso de la muerte del demandado

El Código de Procedimiento Civil colombiano establece en su artículo 168 que, cuando una de las partes muere, el proceso se suspende hasta que se notifique a sus herederos o representantes legales.

Una vez notificados, los herederos del demandado fallecido tienen la posibilidad de aceptar o rechazar la herencia. Si aceptan, asumen la calidad de parte en el proceso y deben asumir las responsabilidades y derechos que correspondían al demandado original.

Si los herederos aceptan la herencia, el proceso judicial continúa con su desarrollo normal. El juez citará a los herederos para que se constituyan en la instancia y puedan ejercer su defensa. A partir de este momento, los herederos pasan a ser las partes demandadas en el proceso.

En caso de que los herederos rechacen la herencia, el proceso se termina y se declara la nulidad de todo lo actuado. Esto significa que el demandante no podrá continuar con su pretensión y el proceso se archiva definitivamente.

Estos son los casos especiales

En algunos casos excepcionales, el proceso puede continuar incluso si el demandado ha fallecido.

Por ejemplo, si la demanda se dirige contra una persona jurídica, como una empresa, la muerte de uno de sus socios o representantes no afecta la continuidad del proceso.