¿Está fracasando la política de seguridad en Colombia?: ataques desataron críticas
Analistas en La Mesa Ancha de Noticias RCN señalan que la estrategia de 'paz total' debilitó la capacidad del Estado para enfrentar a los grupos armados.
El derribo del helicóptero de la Policía Antinarcóticos en Amalfi, Antioquia, que dejó 13 uniformados muertos abrió un debate sobre el rumbo de la seguridad y las decisiones del Gobierno frente a los grupos armados.
La escalada de violencia en distintos puntos del territorio, con seis civiles asesinados en Cali, un atentado en Florencia y el homicidio del senador Miguel Uribe Turbay, evidencia, según expertos, que la estrategia oficial enfrenta una crisis profunda.
Ya habían solicitado atención en zonas de alto riesgo de ataques armados
El secretario de Seguridad de Antioquia, reveló que desde el 4 de junio la Gobernación había solicitado apoyo militar urgente para la vereda Los Toros, zona donde ocurrió el ataque.
El objetivo era contener los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y las disidencias del frente 36 de las Farc, que se disputan rentas ilegales en el nordeste antioqueño.
Advertimos el riesgo con documentos oficiales. Necesitábamos más fuerza pública, capacidades aéreas y presencia del Ejército. La respuesta fue nula.
Paz total: ¿una política inviable?
Para el analista invitado a La Mesa Ancha, Nicolás Gómez, lo ocurrido en Amalfi confirma que la paz total no solo es ineficaz, sino que ha debilitado al Estado.
Esta política ha desfinanciado la inteligencia y la contrainteligencia, debilitando la protección de nuestra Fuerza Pública. Hoy los helicópteros no cuentan con tecnología que podría salvar vidas, como inhibidores de señal.
El experto sostiene que el Gobierno ha privilegiado el diálogo con organizaciones que no tienen intención de desmovilizarse, mientras otorga beneficios sin exigir garantías reales.
Estamos premiando a quienes siguen delinquiendo. Eso no es paz: es una estrategia que incentiva el terror.
¿El país está retrocediendo hacía las décadas de guerra?
Los ataques en Antioquia y Cali evocan los años más oscuros en Colombia. Así lo explicó Julio Iglesias, analista de La Mesa Ancha:
Volvimos a la lógica del terror aleatorio. Hoy cualquier ciudadano siente que el Estado no lo protege. Esto se está saliendo de control.
Él advierte que la combinación de concesiones políticas y debilitamiento militar puede tener consecuencias graves:
Cada acción terrorista que queda sin respuesta alimenta la idea de que la violencia paga. Eso pone en riesgo no solo la seguridad, sino la estabilidad institucional del país.
¿Y ahora qué?
Con más de 1.100 homicidios en Antioquia en lo corrido del año, según la Gobernación, y un aumento en ataques contra la Fuerza Pública, la pregunta es si el Gobierno replanteará su estrategia.
Hasta ahora, el presidente Gustavo Petro ha defendido la paz total, pero sus críticos afirman que el costo es insostenible.