¿Vive en conjunto? Pilas con estas fallas simples que le abren la puerta a los ladrones

Las autoridades en Bogotá le han seguido de cerca la criminalidad contra las viviendas. Por medio de un informe, reveló las fallas operativas y de gestión que podrían cometer los conjuntos que permitirían los robos.

A simple vista, pueden parecer omisiones mínimas, pero que pueden generar consecuencias en la seguridad. Por eso, es crucial que los propietarios se percaten de las siguientes situaciones.

Recomendaciones para la vigilancia

Lo primero tiene que ver con los visitantes, domiciliarios o personal de servicio. A veces suele que ingresan sin verificación de identidad, lo cual le abre la puerta al peligro. Las personas extrañas pueden entrar sin autorización, incluso suplantando residentes. Por eso, es vital que cualquier persona se identifique, así sea frecuente.

Las contrataciones sin filtros también son fundamentales. Se han encontrado casos de empresas de vigilancia no autorizadas o personal sin formación en seguridad. El resultado es que estos supuestos vigilantes terminan siendo cómplices de los delincuentes.

Según la Secretaría de Seguridad, las empresas deben estar habilitadas por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada. Además, deben tener rotación periódica del personal con el propósito de evitar los turnos predecibles.

Por otro lado, hay que tener en cuenta la instalación de cámaras de seguridad. Hay conjuntos en los que no funcionan o no son monitoreadas. Sin este insumo, el cual ayuda a los vigilantes, conlleva a puntos ciegos que aprovechan los criminales.

Cámaras, protocolos y comunicación

Ninguna persona está exenta de que ocurra un delito de este tipo. Por eso, es fundamental que los conjuntos tengan protocolos con los que los habitantes puedan denunciar estos casos.

Sin embargo, hay propiedades horizontales que no tienen un plan claro. Por ende, se pierde la posibilidad de denunciar a tiempo y la comunicación con la administración. Articuladamente con este punto, es crucial que se hagan estudios periódicos que permitan identificar posibles riesgos a los que toca enfrentar.

Otras recomendaciones pertinentes son: llevar un registro de las novedades, hacerle mantenimiento a las cámaras, dotar al personal con tecnología, no compartir códigos de ingreso a terceros, mantener las ventanas y puertas cerradas, reportar anomalías y comunicarse con los vecinos.