Revelan el nivel de tortura que tuvo que soportar la empleada secuestrada por canadienses en Medellín
Un año después del brutal ataque, lograron detener a uno de los responsables.
Noticias RCN
03:10 p. m.
En 2023, una empleada doméstica, contratada para limpiar un apartamento en el exclusivo sector de El Poblado, fue víctima de tortura y golpes por parte de dos ciudadanos canadienses.
Los extranjeros, sin pruebas, la acusaron de haber robado un anillo y dinero, desatando un episodio de violencia que marcó su vida.
La mujer, quien había sido contratada a través de una plataforma de alquiler de propiedades, relató cómo su jornada laboral se convirtió en una pesadilla.
Revelan el nivel de tortura que pasó la empleada secuestrada por canadienses en Medellín
Según la Fiscalía y los relatos de la víctima, apenas iniciada la discusión, los dos hombres comenzaron a golpearla sin piedad.
Me taparon la boca con una funda, me reventaron la boca con la fuerza con la que me metían la funda y empecé a vomitar. Uno de ellos, el moreno, me pegaba en las costillas y abdomen. Me daba puños y yo sentía que me quedaba sin respirar.
A pesar de que la empleada intentó explicar que no había tomado nada, los canadienses continuaron con los golpes.
En lo narrado, los agresores no tuvieron reparo en golpearla en el abdomen, aun sabiendo que había sido sometida recientemente a una cirugía torácica; y cuando ella, desesperada, intentó huir, fue interceptada y arrastrada de vuelta al apartamento.
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Finalmente, gracias a las imágenes captadas por cámaras de seguridad y la persistencia de la víctima, uno de los responsables fue capturado en Medellín.
El detenido, identificado como Raymond Arthur Junior, fue presentado ante la justicia, donde se le imputaron los delitos de tortura, secuestro agravado y hurto.
Durante la audiencia de imputación de cargos, se conocieron más detalles de la brutalidad del caso.
Según el expediente, la tortura duró cerca de dos horas.
La mujer recordó que mientras gritaba de dolor, uno de los canadienses le decía: "Tienes que morir".
Además, quedó claro que los señalamientos de hurto carecían de fundamento. En la audiencia se reveló que los agresores afirmaban que el anillo que buscaban estaba en una habitación donde la víctima ni siquiera había ingresado.