“Secuestraron la justicia y la incendiaron”: hijo de magistrado Manuel Gaona, asesinado el 6 de noviembre de 1985
Presidente de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Gaona se encontraba trabajando en la ponencia que dejaba en firme el tratado de extradición con Estados Unidos.
Noticias RCN
08:46 p. m.
Cuarenta años después de la tragedia del Palacio de Justicia, el abogado y profesor Mauricio Gaona aún recuerda con nostalgia la última vez que vio a su padre, el magistrado Manuel Gaona Cruz, presidente de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en 1985: “Ya el sábado siento yo que él había asumido lo que se venía. La imagen que yo más recuerdo es que llevaba esa ponencia de extradición bajo el brazo”.
Aquel 6 de noviembre, el magistrado salió de su casa rumbo al Palacio con un documento que sellaba su destino: la ponencia que dejaba en firme el tratado de extradición con Estados Unidos, una decisión que golpeaba directamente al narcotráfico y a Pablo Escobar, que no tardó en responder con amenazas. “Comenzaron en agosto, porque él era el magistrado ponente de la sala. Ahí fue cuando empezaron a llegar las cartas de Pablo Escobar”, recordó, en diálogo con Noticias RCN.
La intimidación fue constante y cuesta arriba. Escobar convirtió el miedo en su arma más eficaz. “Nos grababan cada vez que hablábamos, simplemente una tarea de geografía, etcétera, y esos casetes se los enviaba Escobar a mi padre, preguntándole si le sonaban familiares las voces, recordándole su posición”. La última advertencia llegó en un sobre con una carta en blanco y un escapulario: “Como diciéndole: este es el final. Y él, al día siguiente, colocó una denuncia penal contra los extraditables”.
Para Mauricio, la infancia fue una lección temprana sobre la vulnerabilidad y el valor. Desde los diez años aprendió a vivir entre esquemas de seguridad y el miedo de ser víctima de un atentado bomba: “Teníamos escoltas en el colegio, en la casa. Nosotros no podíamos salir, teníamos que estar todo el tiempo en la casa. Él había habilitado una zona donde podíamos jugar fútbol sin salir de la casa”.
La mañana de la toma del Palacio, el magistrado estaba en uso de la palabra. “Estaba explicando su ponencia de extradición. Las actas aún existen. Están en la página web, la declaración del secretario de la sala está ahí, y ya conocemos el resto de la historia”.
La herida sigue abierta, a pesar del tiempo: “Sé que ese hombre se fue a defender la justicia y el Estado de derecho, la Constitución y la ley”, destacó con orgullo el profesor Gaona. Sin embargo, no oculta su decepción: “Cuando vemos que 40 años después la narrativa subsiste, que el narcotráfico está tratando de subyugar el Estado de derecho otra vez, que están asesinando candidatos presidenciales otra vez, y no solo eso, se celebra la infamia y se trata de victimizar a los victimarios, humanizar los victimarios y deshumanizar las víctimas”.