Sin agua continúan los internos de la Cárcel de Palogordo en Santander
La cárcel no tiene servicio de agua hace más de una semana. La situación de sanidad afecta a los internos y a los habitantes de barrios aledaños.
Noticias RCN
09:13 a. m.
En el municipio de Girón, ubicado al noreste de Bucaramanga, en Santander, se vive una complicada situación de sanidad en la Cárcel de Máxima Seguridad de Palogordo. Hace una semana el centro penitenciario está sin servicio de agua, lo que ha provocado que los internos vivan con proliferación de insectos y malos olores.
Hernando Mantilla, veedor y defensor de los Derechos Carcelarios del departamento, manifestó que no es la primera vez que esto sucede en dicha cárcel, por el contrario, aseguró que ocurre de manera intermitente.
Según el funcionario, los internos le han comentado "que la falta de agua ha impactado con más fuerza los patios cuatro, cinco, seis y siete de la cárcel. Pero el problema prácticamente está haciendo que se afecte todo el penal".
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Por la carencia de agua, los baños del centro penitenciario están sucios, y presentan proliferación de insectos y malos olores. Mantilla explica que "incluso hace dos meses la Corporación Autónoma Regional Para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, sancionó la cárcel de Palogordo con más de 700 millones de pesos, por problemas de vertimiento de las aguas negras a las quebradas aledañas del sector".
La situación de sanidad de la cárcel afecta los internos y a los barrios aledaños al centro. Esta emergencia se presenta desde hace más de dos años. Frente a la situación, la Defensoría del Pueblo de Santander expresó que va a realizar visitas para vigilar el estado de los internos, entregar un reporte y brindar soluciones a la problemática.
Irregularidades en la Cárcel de Máxima Seguridad de Palogordo
En febrero de 2022, se presentó una situación similar con los reclusos del mismo establecimiento penitenciario, que declararon la huelga de hambre y denunciaron vulneraciones al derecho a la familia, la dignidad humana y a la salud. Muchos privados de la libertad aseguraron que continuaba la negativa para el ingreso de familiares, y adicionalmente, se les dificultaba acceder a asistencia en salud y saneamiento.
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En esa ocasión pidieron que la Defensoría y la Personería hicieran presencia en la prisión para constatar la situación.