Tensiones con Israel y Estados Unidos pondrían en jaque las capacidades militares: expertos alertan
El tema del armamento es uno de los más preocupantes. A pesar del desarrollo de material nacional, el futuro plantea varios desafíos.
Noticias RCN
04:33 p. m.
Las tensiones diplomáticas entre Colombia y otros países, como Estados Unidos e Israel, han generado preocupación en varios sectores, concretamente en lo relacionado con seguridad nacional y los vínculos comerciales.
La Asociación de Oficiales y Militares Retirados de Colombia (Acore) ha expresado su inquietud por el posible debilitamiento militar que podría enfrentar la fuerza pública en todo el territorio nacional.
¿Producción nacional sería suficiente?
“Por decisiones de este Gobierno, se rompieron todos los vínculos comerciales y de defensa con Israel. Esto generó un gran impacto porque muchos bienes se adquirían con este gobierno. Afecta las capacidades para garantizar la seguridad”, expresó el director de Acore, general (r) Guillermo León.
En un intento por reducir la dependencia de armamento extranjero, Colombia anunció la producción del fusil Indumil Miranda, que reemplazaría al conocido IMI Galil. Sin embargo, no estaría disponible hasta el año 2030, dentro de cinco años.
Pedro Sánchez, ministro de Defensa, explicó que la transición podría durar una década. El tiempo dependerá de la capacidad que se va a adquirir.
Si se agota el armamento de reserva: ¿Cuál sería el plan b?
La situación no solo tiene implicaciones militares, sino también económicas. Hay preocupación de que las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos, que actualmente superan a las importaciones, puedan verse afectadas.
En consecuencia, esto podría resultar en la pérdida de acceso a ciertos mercados o en el pago de aranceles más altos para mantener las exportaciones existentes. Si bien se tiene armamento de reserva, el problema radicaría cuando empiece a escasear o a dejar de funcionar correctamente, esto último ante la falta de repuestos.
Un dato no menor es que Colombia se encuentra descertificada en la lucha contra las drogas por Estados Unidos. Por otro lado, existe un serio riesgo de que las aeronaves de combate nacionales queden en tierra, imposibilitando la ejecución de operaciones militares ofensivas contra grupos criminales.