Valentina, la niña de las trenzas de Tumaco que saltó a la pasarela de Louis Vuitton
Valentina Castro, una tumaqueña que se convirtió en modelo de Louis Vuitton y ahora debuta en las grandes pasarelas del mundo.
Noticias RCN
10:12 a. m.
A pesar de todo lo que le ha ocurrido a Valentina Castro Rojas, ella tiene los pies sobre la tierra, no se ha olvidado del lugar donde creció, ni de las calles polvorientas por donde corrió de niña, tampoco olvida lo complejo de crecer en medio de dificultades. Así lo cuenta mientras se emociona recordando lo que vivió: "yo me sentía una diosa, me sentí una diosa porque todo mundo me quedaba mirando y yo me sentía maravillosa, espectacular, me sentía bien".
Es que Valentina se convirtió en menos de dos meses en una de las modelos exclusivas de Louis Vuitton, fue la encargada de llevar el segundo look de la prestigiosa casa de modas en la más reciente pasarela en el museo de Orsay en París. Todo para ella ha pasado muy rápido, de un momento a otro fue al viejo continente y regresó convertida en una estrella: "yo firmé contrato con Louis Vuitton y me siento muy feliz por eso, la verdad me siento feliz, agradecida con todos los que me apoyaron".
En el aeropuerto su familia iba y venía, estaba ansiosa esperando su regreso, tal vez el anuncio de que los sueños se hacen realidad y estar de vuelta en el hogar, se convirtieron en un evento majestuoso en Tumaco, una población que habla de guerra y otras cosas difíciles; el nerviosismo se sentía en el ambiente.
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Una vez salió del aeropuerto, Valentina y su mamá se fundieron en un abrazo que parecía infinito, el recibimiento con flores y globos fue una sorpresa que la marcó: "yo no me esperaba todo esto, mi mamá me dijo que no podía ir, que tenía que agarrar un taxi para ir a la casa y le dije bueno que me iba en taxi, y cuando llegó y me encuentro con compañeros y amigas me sorprendí".
No hubo caravana ni tampoco carro de bomberos, pero sí mucho amor, y ese sentimiento la mantuvo en pie en los momentos difíciles y en los que brilló durante la pasarela: "había muchos famosos ahí, de verdad nunca me imaginé verlos ahí y cuando los miré yo decía, cuando los vea es como si no estuvieran ahí, es mi trabajo y no me dejé llevar, dije aquí la que manda soy yo, yo era la del momento no ellos", recordó Valentina.
Estar en Europa tantos días la hizo extrañar el hogar: "la verdad ya anhelaba estar aquí, respirar mi aire, estar con mi familia, mis hermanas, la comida, extrañaba todo, el mar, el sol, lo caliente, allá donde estaba hacía frío". El malecón que bordea el puerto donde vive, inspira a la soñadora que sin pena confiesa lo que piensa, "me imagino una pasarela de Louis Vuitton aquí, con un atardecer bonito, también sería una oportunidad muy grande para muchas niñas que sueñan como yo".
La modelo vive con la certeza de tener un ángel que no la desampara, su hermana, Natalia Vanessa, que hace casi tres años se fue al cielo: "yo siento que ella me ha acompañado en todo este proceso y es una bendición muy grande y siempre la tengo presente, ella es mi ángel que me ha acompañado siempre", aseguró la tumaqueña.
El primer paso como modelo lo dio en noviembre pasado, cuando algo rutinario de la vida en el Pacífico, hacer trenzas, se convirtió en la puerta de entrada al gran mundo. Un cazatalentos la contactó, pero en medio de tantos engaños de los que están llenas las redes, le contó a María Rojas, su mamá, quien exigió viajar con ella a República Dominicana, "la desconfianza porque algo que en mi vida, aquí tumaqueñamente digamos, nunca se había visto, cómo no desconfiar", dijo María.
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En ese viaje obtuvo la aprobación materna y en febrero se consolidó el milagro. Así recuerda Valentina su transformación, "toda mi vida fue en sandalias y solo ahora es que manejo los tacones, fue algo difícil pero no sé. En la agencia de Nileny Dipton me enseñaron de una manera que se me hizo tan fácil y aprendí rápido, ahora cualquier zapato que me ponga yo lo manejo".
Un triunfo vertiginoso, pero no sencillo. A pesar de la dureza de la vida, entendió que tenía que trazarse objetivos a corto plazo y entró al colegio nocturno para que sus sueños siguieran avanzando, "desde hace un año estudio en la nocturna y vine también porque una de mis metas es graduarme y terminar el bachillerato y además del modelaje también tengo más metas", confirma Valentina.
Y es que todos los días pasan cosas buenas, por encima de las dificultades está el derecho a soñar y ella lo mantiene, "de aquí voy a adelantar un poco lo del colegio y primero viajo a París, de ahí a Corea al show con Louis Vuitton y voy a seguir trabajando con ellos por un largo tiempo, ese es mi plan, seguir trabajando con ellos".
Valentina aquí o en Europa sigue tejiendo el futuro para cada día volar, y volar más alto.