Víctima reclutada por las Farc recordó la crueldad que vivió: “El Estado nos abandonó”
Deisy Guanaro fue una de las miles de víctimas de reclutamiento forzado por parte de las Farc.
Noticias RCN
10:49 a. m.
Los excombatientes de las Farc reconocieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que reclutaron más de 18 mil niños entre 1996 y 2006. Sin embargo, aseguraron que no fueron responsables de tortura, abusos sexuales y abortos forzados.
El pasado 7 de julio, el antiguo secretariado de las Farc, conformado por Rodrigo Londoño, Jaime Alberto Parra, Milton de Jesús Toncel, Pablo Catatumbo, Pastor Alape y Julián Gallo; reconoció el reclutamiento forzado y utilización de niñas, niños y adolescentes.
Secretariado reconoció el reclutamiento
El reconocimiento se dio como respuesta al Auto 005 de 2024, correspondiente al Macrocaso 07. El último secretariado declaró que el reclutamiento “fue un hecho injustificable que marcó de manera irreversible la vida de quienes fueron involucrados, de sus familias y de sus comunidades. Fue una herida colectiva que dejó cicatrices hondas en el tejido social”.
Con el Auto 005, la JEP los llamó a reconocer su responsabilidad, no solamente por el reclutamiento, sino por malos tratos, torturas, homicidios, violencias reproductivas, sexuales y basadas en el prejuicio en contra de menores reclutados.
Si bien los excombatientes reconocieron el reclutamiento, no lo hicieron con el resto de los delitos. Esto ha hecho que las víctimas no se sientan completamente reparadas.
Para las víctimas no fue un error
El secretariado señaló que el reclutamiento fue un “error”, un concepto no compartido por la Federación de Víctimas de las Farc, la cual indicó que sería una justificación para obtener beneficios.
Aceptaron que fue una práctica sistemática, es decir, contó con una planeación y método. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones ni siquiera se detenían a verificar la edad de los menores reclutados.
Deisy Dorelly Guanaro es una de las miles de víctimas de las Farc. Hoy tiene 38 años, pero cuando tenía 11, fue reclutada por el grupo armado. Vivió varios vejámenes e incluso fue testigo del asesinato de sus tres hermanos.
“Es un daño que le hacen para siempre”, aseguró Guanaro. Ella vivía en Casanare, fue reclutada en 1998 y estuvo tres años en las filas del Frente 28 de las Farc.
Le dijeron a mi mamita que venían por la muchacha. Le dijeron que si no la deja ir, le pegaban un tiro (…) Lo llevan a uno es a esclavizarlo sexualmente y ser la carnada de todos los comandantes.
En mayo de 2002, el Ejército la rescató: “De todos los niños que estábamos ahí, la única que salió viva fui yo (…) Es muy doloroso ver que el Estado nos abandonó”.