"Voy a ser una fiscal aburrida para los medios": Luz Adriana Camargo habla tras su llegada a la Fiscalía
La nueva fiscal general de la Nación habló con Noticias RCN sobre su llegada a la institución y su posición de independencia.
Noticias RCN
07:35 p. m.
Luz Adriana Camargo fue elegida como la nueva fiscal general de la Nación el pasado 12 de marzo, tras una larga jornada de deliberación en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia.
Camargo fue elegida entre una terna en la que también se encontraban los nombres de Amelia Pérez y Ángela María Buitrago, con 18 de los 16 votos necesarios para quedarse con el cargo. En la noche del 22 de marzo fue posesionada por el presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño.
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El director de Noticias RCN, José Manuel Acevedo, conversó con la nueva jefe del ente investigador sobre las polémicas al rededor de su elección, su posición de independencia frente a las otras ramas el poder y algunos de los nombramientos de quienes la acompañarán en el paso por la Fiscalía.
José Manuel Acevedo: ¿Quién es la nueva fiscal general de la Nación?
Luz Adriana Camargo: Soy una persona que ha dedicado su vida a la justicia. Empecé muy joven a trabajar en un juzgado en Paloquemao amarrando expedientes y haciendo proyectos de decisión, eso fue en el año 87. Tego 59 años y he paseado por toda la Rama Judicial, fui juez de instrucción, abogada de la extinta Dirección de Instrucción Criminal.
Entre a la Fiscalía cuando empezó en el año 92, fui directora administrativa, fiscal seccional, fiscal delegada ante la Corte, luego me fui a la Corte, fui magistrada auxiliar. Conozco la Rama Judicial por dentro.
Mamá y esposa.
J. M. A.: ¿Soñó alguna vez ser fiscal general de la Nación?
L. A. C.: Jamás, yo decía en mi entrevista ante la Corte que ser fiscal es un llamado. Y esa frase que parece tan de cajón, en realidad tiene un significado y es que uno no busca ser fiscal y en realidad no se prepara para serlo. De pronto se prepara para ser magistrado, para ser fiscal dentro de la Fiscalía, pero para ser fiscal general de la Nación eso no pasa, a usted lo incluyen en una terna.
J. M. A.: ¿Qué representa para las mujeres de Colombia que haya nuevamente una fiscal general?
L. A. C.: Creo que es una maravilla, porque en el Poder Judicial en particular tenemos una amplia participación de las mujeres, pero en la pirámide media, hacia arriba esa participación escasea.
Me parece que es muy importante que trabajemos por el tema de esa reivindicación y esa igualdad de la mujer en los altos cargos de la Rama Judicial y yo quiero ser una fiscal muy conectada con el tema mujer.
J. M. A.: ¿Qué tan independiente va a ser?
L. A. C.: A mis críticos les respondo que seré una persona absolutamente independiente. Mi agenda es la de a justicia, no llego a la Fiscalía a ayudar ni a perjudicar a nadie.
J. M. A.: ¿Va a mantener las decisiones que hasta ahora ha tomado la Fiscalía General en el caso de Nicolás Petro?
L. A. C.: El fiscal general no puede ser un funcionario que esté metiendo la mano en los procesos. En este caso en particular, ya tiene una dinámica, ya está en juicio. No existe en nuestra legislación ninguna figura que autorice a retirar acusaciones, ese caso va a terminar en una sentencia.
Será el juez quien decida, de acuerdo con la tesis, si él es culpable o inocente y de qué delitos.
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J. M. A.: ¿Qué ha pensado de la petición de remover al fiscal Burgos del caso de Nicolás Petro?
L. A. C.: Sería irresponsable dándole una respuesta sobre eso, porque me acabo de posesiona, estoy en ese proceso de hacer un buen empalme, de entender en qué estamos. Ese caso está en la delegada ante la Corte, y le va a corresponder a quién va como jefe.
Va a ser el doctor Hernando Barreto Ardila, quien va a reemplazar Gabriel Jaimes. En esto de los fiscales, como en los toreros, cada uno llega con su cuadrilla.
El jefe de fiscales delegados ante la Corte es, al lado del vicefiscal, uno de los cargos más importantes.
J. M. A.: ¿Quién es Hernando Barreto?
L. A. C.: Hernando es un viejo compañero de la Corte, lleva como magistrado auxiliar algo más de 23 años. Es un profesor universitario del Externado de Colombia, un penalista destacado, una persona a quien conocí y tuve el placer de trabajar con él en la Corte Suprema de Justicia.
Fuimos compañeros y él va a tener la responsabilidad de hacer ese trabajo.
J. M. A.: Por ahí pasan muchos de los casos más sonados, va a tener una tarea enorme
L. A. C.: Por eso mismo estaba buscando una persona con ese perfil profesional, con mucha experiencia en la Rama Judicial. Él no es político, se parece mucho a mí.
J. M. A.: Se ha hablado mucho de su cercanía con el ministro Iván Velásquez, ¿lo llegó a considera como vicefiscal?
L. A. C.: Eso no es verdad. Con el ministro de Defensa me une una profunda gratitud. Él me invitó a trabajar en Guatemala, en la Comisión Internacional contra la Impunidad. Fui compañera de él en la Corte Suprema de Justicia, en la unidad de casos de parapolítica.
Eso no significa que tengamos una relación de amistad profunda. Somos conocidos y amigos naturalmente, como lo puedo ser del doctor Barreto Ardila.
Tampoco significa que tenga alguna orientación especial hacia mí en la Fiscalía. Eso de que él iba a ser el vicefiscal fue un rumor que circuló desde que yo ingresé a la terna. Tengo que decir que eso me obligó muy temprano a pensar quién sería el vicefiscal.
J. M. A.: ¿Quién va a ser el vicefiscal?
L. A. C.: El vicefiscal es el doctor Gilberto Guerrero, exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema. Mi Fiscalía va a ser técnica, basada en competencias, habilidades y experiencias.
Ha sido muy injusto el ataque que se ha hecho contra el doctor Guerrero, trabajar en una región no puede volverse motivo de estigmatización. Trabajar en Cali no puede ser el motivo que descalifique a alguien.
En el caso de é, que se ha dicho que es una ficha de la vicefiscal Mancera, es terrible, es un poco lo mismo que me pasa con el tema del ministro de Defensa. Cada uno tiene una carrera que mostrar.
J. M. A.: ¿Qué va a pasar con Martha Mancera?
L. A. C.: La doctora Martha estuvo en la administración Barbosa, ella ya cumplió su ciclo, su función. Tengo entendido que ya tiene resolución de pensión.
J. M. A.: ¿Comparte las críticas que se le hicieron a Martha Mancera?
L. A. C.: No quiero entrar en la polémica de las críticas, porque más que eso, son acusaciones. Yo creo que en un ejercicio responsable, debo entrar a la entidad y examinar con mucho cuidado de qué se trata ese asunto.
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J. M. A.: ¿Qué responde a las inquietudes que hay sobre su intervención en Guatemala?
L. A. C.: Lo que se menciona acerca de la persecución penal en mi contra tiene que ver con un proceso que efectivamente concluyó con un acuerdo de colaboración con unos directivos brasileros. Se ha discutido por parte de la nueva justicia guatemalteca, que tiene muchos reproches sobre su objetividad, tenemos un drama de más de 40 exiliados en Estados Unidos, México y otros países en Europa, que han sido perseguidos y judicializados por la labor que allá se hizo; en el caso particular de Odebrecht, lo que se discute es la legalidad del acuerdo de colaboración.
Ese acuerdo se hizo con estos directivos que ya venían condenados de Brasil, bajo la lógica de que Brasil no concede extradición para sus nacionales, ellos nunca iban a ser juzgados en Guatemala por una limitación legal.
Creo que fue un acuerdo razonable, ventajoso para Guatemala y que aportó una porción de verdad que era muy importante para develar qué funcionarios habían recibido las coimas y cuál era la ruta del dinero.
Yo tuve relación, no mando, con una unidad de fiscales que se denominaba la FESI, que era el par de la SISIC, y en un trabajo en equipo construimos estos casos que llevaron a la cárcel al presidente, a la vicepresidente, a varios ministros. Nosotros colaboramos en algunas investigaciones. Guatemala tenía para ese momento, año 2007, un sistema de justicia relativamente débil, que se veía apoyado por ese mecanismo de cooperación.
J. M. A.: ¿No es el caso de Colombia?
L. A. C.: No es el caso de Colombia. La Fiscalía de Colombia tiene presencia en casi todo el territorio nacional y en donde no está, tenemos que llegar. Ese es un propósito de esta administración, que inició y tengo que reconocerlo, el fiscal saliente Barbosa. Es algo que yo voy a continuar, habrá otras cosas del fiscal Barbosa, muchas de ella, que voy a cambiar.
J. M. A.: ¿Qué cosas en particular quisiera cambiar?
L. A. C.: La meta institucional, la forma en la que se mide la Fiscalía. No me gusta porque la Fiscalía se está midiendo, a mi juicio, en un momento muy temprano. Ellos establecieron que el estándar de esclarecimiento era formular la imputación o pedir una orden de captura, y a mi juicio ese es el inicio del proceso.
No podemos, por cada denuncia, pretender una sentencia. No hay sistema judicial que lo tolere.
J. M. A.: ¿Luz Adriana Camargo va a salir a los medios de comunicación igual que Barbosa?
L. A. C.: No, yo voy a ser una fiscal aburrida para los medios. Soy una persona mucho más técnica, mi estilo es, si se quiere, más aburrido, porque lo que quiero es trabajar sobre modelos de participación y fortalecimiento de las capacidades técnicas de fiscales e investigadores.
Quiero hacer un muy buen proyecto de analítica de datos y analítica de datos.
Además, no quiero referirme a los procesos, porque esto es responsabilidad de los fiscales que los llevan y el fiscal general no puede estar opinando.
J. M. A.: ¿Siente que quisieron sabotear su elección con la extraña renuncia de Amelia Pérez a último minuto?
L. A. C.: Sentí una gran desazón y mucho estrés, porque obviamente cuando la renuncia se produjo, yo no sabía que camino iba a tomar la Corte. Naturalmente celebro la decisión de continuar adelante con la elección.
J. M. A.: ¿El tema de dos en una terna no vicia el proceso?
L. A. C.: No fue una terna de dos. No me quiero referir mucho al tema porque mi elección ya está demandada, pero la Corte Suprema de Justicia sometió a votación la terna, y eso es tan claro que incluso la doctora Amelia obtuvo un voto.
J. M. A.: ¿Por qué el estrés y la desazón?
L. A. C.: Porque si la elección se hubiese detenido en ese momento, el proceso se hubiera tardado muchísimo. Pero creo que la renuncia es un tema respetable, no quiero hacerme películas.
J. M. A.: ¿Es la fiscal de Gustavo Petro o de la Corte Suprema de Justicia?
L. A. C.: Soy al fiscal de los ciudadanos, soy al fiscal de Colombia.
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J. M. A.: ¿Qué pasó con su esposo y la supuesta cercanía con algunas personas involucradas en el Cartel de la Toga?
L. A. C.: Eso es una infamia. Mi esposo tuvo arrendado un espacio en el apartamento de un abogado del Externado, por allá en el 2005. No recuerdo hasta que año, pero no superó el 2008, lo cierto es que el Cartel de la Toga tuvo su origen en 2014 o mucho tiempo después. Mi esposo no ha sido socio de nadie.
J. M. A.: ¿Le preocupa el modelo de paz total?
L. A. C.: Si hay un orden público alterado, el presidente es competente para determinar cuál es la forma de superar esos brotes de violencia que vive el país y que nos afectan a todos. Y en ese marco se inscribe esa iniciativa de paz total, la Fiscalía tiene la obligación de investigar.
J. M. A.: ¿Le parece importante que Salvatore Mancuso haya regresado al país para contar su verdad?
L. A. C.: La JEP tomó una decisión al respecto, decidió que en esta figura de bisagra, Mancuso debe entrar como un compareciente obligatorio por ser el enlace con la Fuerza Pública. Entiendo que bajo esa teoría y en el marco de sus competencias, la JEP ya fijó el camino.
J. M. A.: Cuándo su gestión termine, ¿cómo quisiera que la recordaran los colombianos?
L. A. C.: Quisiera que me recordaran como una persona que no tuvo agenda política en la fiscalía y como alguien que ejerció una Fiscalía tranquila, moderada, responsable y técnica.
Que dijeran: mejoró la justicia, la respuesta para los ciudadanos, porque no solo tenemos un problema de las organizaciones criminales de gran calado, sino un problema de inseguridad en los territorios y las ciudades, al que hay que ponerle cara y estrategia.
Quiero ser recordada como la fiscal que también se ocupó de esas cosas.
J. M. A.: ¿Constituyente, sí o no?
L. A. C.: No puedo opinar porque la constituyente no está decantada, fue una idea que expresó el presidente, pero no sabemos cuál es el detalle o la agenda de una Asamblea, de manera que no podría decir si me gusta o no.
Sí quisiera que fruto de la iniciativa de reforma a la justicia, hubiera una reforma al Sistema Penal Acusatorio, porque necesito que se adapte a las necesidades de agilidad que demanda la misma ciudadanía.