Ya son al menos 3.500 las personas afectadas por ola invernal en Atlántico: Piojó, el más afectado
Lo que hoy enfrentan los más de 500 damnificados en este municipio es una tragedia sin precedentes que ya había sido anunciada desde hace aproximadamente un año
Noticias RCN
01:57 p. m.
Treinta horas continuas de lluvias dejaron al municipio de Piojó, Atlántico, en ruinas. El crujir de las viviendas de decenas de familias mientras la fuerza de la naturaleza agrietaba las paredes era tan solo el comienzo de la tragedia, aún no terminaban de encontrar un lugar seguro para pasar la noche cuando un nuevo aguacero sorprendió a los damnificados del municipio de Piojó.
Raquel García, una de las damnificadas en el municipio indicó que "las casas detrás del cementerio se cayeron, hay 15 viviendas en el suelo”.
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Albergues superaron su capacidad
Mientras las lluvias desplomaban lo poco que quedaba de los sectores Camino Grande y el barrio Cementerio,los albergues temporales copaban su capacidad y encontrar una casa disponible para refugiarse era una carrera contra el tiempo.
Elia Jiménez, en medio de lagrimas manifestó que tiene “los niños muy pequeñitos, son dos mellitos de 2 añitos y uno de 8 años, si estuvieran grandes, pero yo no me puedo meter en esos albergues porque están muy llenos, hay mucho mosquito, se me enferman y es peor, los llevé a Hibacharo que es un corregimiento ya caminé varias casas para mudarme y no encuentro casa todas están ocupadas yo pago el arriendo como sea pero es que no encuentro casa ahora si estoy desesperada no sé qué hacer”.
Si bien algunos encontraron donde dormir, otros se mantuvieron en vela, por turnos cuidaban lo que quedó de sus viviendas que, aún en ruinas, se convirtieron en blanco de la delincuencia. Omar Jiménez, otro de los damnificados indicó que se turnaban ya que se empezó a presentar vandalismo, donde cuatro a cinco jóvenes se dedicaron a desvalijar las casas.
De las 35 coloridas viviendas que conformaban el barrio Camino Grande, solo quedan recuerdos, resignados ante el desolador panorama, sólo guardan la esperanza de encontrar un nuevo lugar para refugiarse con sus familias.
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Solidaridad en medio de la tragedia
Lo que hoy enfrentan los más de 500 damnificados en este municipio es una tragedia sin precedentes que ya había sido anunciada desde hace aproximadamente un año, con ellos ya son aproximadamente 3.500 las personas afectadas que deja la temporada de lluvias en todo el departamento del Atlántico.
Y es que, en medio de la tragedia, la solidaridad ha salido a flote, en el barrio más afectado los vecinos ayudan a quienes lo perdieron todo, unos llevan comida, otros cocinan y hay quienes ayudan a rescatar los pocos enseres que quedaron en pie.
Y ante la emergencia las tablas de picar, los cuchillos, ollas y cucharas de sus vecinos se convierten en las herramientas necesarias para afrontar la dura realidad.
Tomasa Jiménez indicó que “la gente tiene hambre estamos recogiendo entre la comunidad para poder brindarle a la gente porque no tienen gas no tiene luz no tienen nada. “
Con más ganas y cariño que recursos, la misma comunidad se encarga de rescatar lo poco que queda en las casas de Camino Grande y la solidaridad en medio de la tragedia ha sido el alimento para el corazón destrozado de quienes lo han perdido todo.