Mineiro denunció actos de racismo en Bucaramanga: ya hay un capturado

La noche de este jueves 17 de julio, que debía estar marcada por el fútbol y la competencia continental, se vio empañada por un grave hecho de racismo durante el partido entre Atlético Bucaramanga y Atlético Mineiro por la ida de los playoffs de la Copa Sudamericana. El conjunto brasileño denunció públicamente que uno de sus jugadores fue víctima de insultos discriminatorios por parte de un aficionado presente en el estadio Américo Montanini.

Según informó el club de Belo Horizonte en un comunicado publicado en sus redes sociales, el futbolista Caio fue blanco de gestos racistas por parte de un sector de la tribuna. La situación fue reportada de inmediato a las autoridades locales, que actuaron con rapidez y capturaron a uno de los presuntos responsables. Atlético Mineiro expresó su indignación por el hecho y aseguró que estará atento al desarrollo de las investigaciones.

"¡Basta ya!": la firme postura del club brasileño

“¡Lamentablemente, otro caso más de abuso racial en una competición sudamericana! El deportista Caio fue víctima de insultos racistas durante el partido de esta noche en Bucaramanga, Colombia”, publicó el club en su cuenta oficial de X, mostrando una postura contundente frente a lo sucedido. “El Atlético seguirá de cerca el caso. ¡Esta situación es repugnante y debe terminar de una vez por todas! ¿Cuánto tiempo tendremos que vivir con esta absurdidad? ¡¿Cuánto tiempo?! ¡Ánimo, Caio! ¡Estamos contigo!”, agregaron en su mensaje.

El atacante Hulk, quien también fue protagonista en la jornada por su comportamiento polémico con la afición local, habló ante los medios y rechazó enfáticamente el hecho: “Hacia el final hubo un hecho de racismo inaceptable. No puede ser aquí, en China, Europa o Asia”, afirmó. A pesar de que destacó el apoyo de la hinchada santandereana durante el partido, fue claro al exigir que estos actos no deben repetirse bajo ninguna circunstancia.

Atlético Mineiro se llevó un triunfo 1-0 que lo deja en ventaja para la vuelta en Brasil, pero el fútbol volvió a quedar en segundo plano por culpa de un episodio que refleja la urgencia de erradicar el racismo de los estadios.