Catalina Usme conmovió con llanto en su llegada a Colombia

La tristeza aún se respiraba en el ambiente. Este domingo, un día después de la dolorosa derrota en la final de la Copa América Femenina 2025 frente a Brasil, la Selección Colombia arribó al aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde fue recibida por decenas de hinchas que, a pesar del resultado, aplaudieron el coraje y entrega del equipo. Entre las jugadoras que hablaron con los medios, una figura sobresalió por la emotividad de sus palabras: Catalina Usme.

La delantera, referente histórica del fútbol femenino colombiano, no pudo contener las lágrimas cuando fue consultada sobre su futuro en la Selección. Usme, quien fue parte fundamental del proceso que ha consolidado al equipo en la élite sudamericana, dejó ver su lado más humano en un momento que conmovió a todos los presentes.

"Este equipo es diferente, no hay nada que reprochar"

En medio de aplausos, Catalina comenzó su declaración destacando el compromiso y la unión del grupo: “Este es un proceso lindo que venimos construyendo. Es el momento en el que la brecha más cerrada está. Crear una familia es muy complicado. Este equipo es diferente. A este equipo no hay nada que reprocharle”, expresó con orgullo, pero también con una voz quebrada por la emoción.

Luego, al abordar su situación personal, la futbolista confesó que jugó limitada por una lesión y reveló que esta habría sido su última Copa América con la camiseta tricolor. “Tuve una lesión que cargué todo el torneo. Ese momento en el que uno sabe que no puede estar es muy frustrante. Saber que fue mi última Copa América… Les doy gracias, qué más les puedo decir. Ver lo que el fútbol femenino tiene ahora es todo lo que nosotras hemos soñado”, dijo mientras sus lágrimas hablaban más que las palabras.

Un legado imborrable para el fútbol femenino colombiano

Las palabras de Usme no solo marcaron el final de un torneo, sino posiblemente el cierre de una etapa dorada en su carrera con la Selección. Su legado va más allá de los goles y asistencias; representa la lucha, el sacrificio y la pasión de generaciones que soñaron con ver al fútbol femenino en lo más alto. A pesar del dolor de la derrota, la escena en El Dorado fue una despedida simbólica, un homenaje en vida a una jugadora que lo entregó todo.

Catalina Usme se despide con lágrimas, pero también con la certeza de haber abierto camino para las nuevas generaciones. Un futuro brillante espera a las “niñas” a las que ella les cedió el testigo. Y en cada paso que den, siempre estará el eco de su voz y el ejemplo de su corazón.