Conquistó al mundo: así narraron de todos lados los goles de Santos Borré
El colombiano fue el gran héroe del Frankfurt en la final de Europa League contra Rangers.
Noticias RCN
08:10 p. m.
Hoy, en el fútbol mundial, la bandera de Colombia se izó en lo más alto. El himno nacional retumbó en las gradería del estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla como si fuera un cántico de batalla de los pasionales hinchas del Eintracht Frankfurt.
Los alemanes coparon el escenario español con el sueño y la convicción de que levantarían el trofeo de la Europa League y conmemorarían una noche consagratoria y de gloria, de aquellas que no tenían hace años y a las que solo se asemeja a la vivida en 2018 por el título de la Copa de Alemania contra el todo poderoso Bayern Múnich.
Acostumbrado a ocupar los puestos de la mitad de tabla de la Bundesliga, el Frankfurt rompió esa tendencia discreta con una noche para la historia y se alzó por tercera vez en su historia con un título continental. Las dos anteriores habían sido también en la Europa League de 1980 (entonces conocida como Copa de la UEFA) y de la extinta Copa Intertoto en 1967.
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Su regreso a la gloria europea no fue sencilla para el Eintracht, que empezó perdiendo el partido y luego tuvo que ir hasta los penales para levantar el título, pero lo hizo gracias a un héroe sin capa, o mejor, un comandante en la cancha que atendió el llamado de aparecer en momentos de frenesí: Rafael Santos Borré.
El colombiano se reportó al minuto 69 empatando 1-1 el marcador, luego de haberse barrido en el área chica para puntear el balón luego de un centro raso por parte de Filip Kostic. Más adelante, en la tanda de penales, a Borré le encargaron la difícil tarea en lo mental de cobrar el tanto que bien podía consagrar a su equipo campeón o empatar la serie con Rangers.
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Ocurrió lo primero. 'La máquina' pateó el balón con potencia al ángulo y fue imposible de alcanzar por parte del portero rival. Alegría total en las graderías del Sánchez Pizjuán y por supuesto, a miles de kilómetros en Alemania, pero también la felicidad retumbó en todas las latitudes del mundo por cuentas de las emocionantes narraciones que hicieron vibrar el corazón por cómo se relató en otros países los goles por Rafael Santos Borré.