La historia del profesor que eliminó a Boca del Mundial de Clubes: ¡da clases en un colegio!
El futbolista que eliminó a Boca Juniors de Mundial de Clubes es un profesor al mismo tiempo. Auckland City es un equipo semiprofesional.
Noticias RCN
10:30 a. m.
La historia que Boca Juniors no quería escribir se hizo realidad en el Mundial de Clubes. El conjunto argentino quedó eliminado de forma sorpresiva tras empatar 1-1 con el Auckland City, un club semiprofesional de Nueva Zelanda que, pese a sus limitaciones, logró una hazaña con tintes de leyenda. Boca había comenzado ganando el encuentro y mantenía viva la esperanza de avanzar a la siguiente fase, pero todo se derrumbó con un cabezazo inesperado.
El profesor que eliminó a Boca Juniors
El empate fue obra de Christian Gray, defensor central del equipo neozelandés, quien escribió una página inolvidable tanto para su club como para su vida personal. Gray, de 28 años y 1,87 metros de estatura, no solo es futbolista: también es profesor en la Escuela Intermedia Mount Roskill de Auckland. Su anotación llegó al minuto 56, tras un tiro de esquina perfectamente ejecutado por el colombiano Jerson Lagos, y fue suficiente para dejar a Boca sin octavos de final.
El profesor que dejó fuera a un gigante sudamericano
Lo más llamativo de la jornada fue sin duda la historia del autor del empate. Christian Gray, además de zaguero titular del Auckland City, lleva una vida profesional como docente. Enseña a tiempo parcial y compagina sus entrenamientos con el trabajo en el aula. Para completar el cuadro, el fútbol corre por su sangre: es hijo de Rodger Gray, ex capitán de la selección de Nueva Zelanda en la década de 1990.
El resultado fue aún más sorprendente si se tiene en cuenta el contexto. Auckland City había sido vapuleado en sus dos partidos anteriores, con derrotas por 10-0 frente al Bayern Múnich y 6-0 ante el Benfica. Sin embargo, el empate ante Boca fue celebrado como una victoria histórica en su país, mientras que en Argentina dejó una profunda sensación de fracaso. El fútbol, una vez más, demostró que la pasión, la entrega y la sorpresa no conocen de jerarquías.