Las leyendas de la NBA conquistaron a Bogotá

Puede que los gritos de histeria causados por la llegada de Dennis Rodman al coliseo El Salitre de Bogotá hayan retumbado en el occidente de la ciudad, pero no se comparan con el  estado de euforia que causó cuando el ganador de cinco títulos de la NBA se despojó de su suéter para ponerse la camiseta de baloncesto frente a los más de 4.000 espectadores para saltar a la cancha y deleitar al público.

Dennis Rodman, un auténtico ‘show man’, experto en enloquecer a las multitudes aficionadas y ajenas al baloncesto, se dedica a las causas sociales y a promocionar el juego de los grandes por todo el mundo “poniendo una sonrisa en la cara de los niños”. Eso es, según él mismo afirmó, lo que vino a hacer a Colombia junto a las leyendas de la NBA.

Un juego de exhibición, ante el quinteto capitalino Piratas de Bogotá, fue la excusa de jóvenes y niños para deleitarse por más de 60 minutos del viejo talento de la NBA este jueves en la capital del país.

Jóvenes aficionados que gritaban desde las gradas “te queremos, Rodman te queremos”, levantaban los afiches de la estrella del baloncesto cuando aún lucía en forma. Algunos incluso osaron desafiar el débil cerco de seguridad de la Policía y lograron tocar por un instante al ídolo de 2,01 metros.

Los primeros minutos del encuentro parecían parejos entre locales y visitantes, sin embargo, la magia NBA empezó a surtir efecto. Jason Williams, exjugador de los Sacramento Kings, Orlango Magic y Miami Heat, entre otros, no perdonó ningún pase y como pez escurridizo se paseó por la cancha de un extremo a otro encestando una y otra vez.

El ‘Chocolate blanco’, como se le conoce, aún conserva la agresividad de su “Street ball” (juego de calle) y entre gritos e insultos propinados a un referee que solo hablaba español, demostró que este no era sólo un juego de exhibición para él. Williams, para fortuna de los asistentes, lo dejó todo en la cancha.

Junto a Rodman y Williams, Vin Baker, jugador de la NBA por 13 temporadas que llegó a portar camisetas como la de los Boston Celtics, los Seattle SuperSonics, o los New York Knicks, asumió su posición de Ala-pívot y se supo distinguir entre el grupo extranjero gracias a sus 2,11 metros de altura.

Completando la nómina de estrellas, el base armador Kenny Anderson, experto y recorrido de la NBA y el francotirador Dale Ellis con 1.209 partidos jugados en 16 campañas, se llevaron las miradas por sus pases certeros que terminaron en acrobáticas anotaciones de sus compañeros “Outlaw”, “Circus” y “8Th Wonder”.

El marcador que señalaba la derrota de Los Piratas desde los primeros minutos y que a mitad de tiempo (por un fallo mecánico) se puso en ceros, terminó en un contundente 102-80 a favor de los estadounidenses.

Con unas breves palabras en español, Rodman y las leyendas  del baloncesto se despidieron de Bogotá agradeciendo el “cariño”  capitalino. ‘El gusano’ Rodman no se marchó del coliseo sin antes  heredar sus zapatos autografiados a dos afortunados asistentes que lucharon entre la multitud de las gradas frenéticamente para llevarse a casa el preciado regalo.

Los Piratas de Bogotá, a pesar de la derrota, tuvieron una noche de ensueño, la oportunidad de abrir con broche de oro la temporada de Liga de Baloncesto que apenas hace dos años vio la luz en Colombia y que seguramente, gracias a este tipo de eventos, atraerá a nuevos aficionados a las gradas.