Los conceptos argentinos que derivaron en el 5-0 a favor de Colombia

Francisco Maturana, entrenador de la Selección Colombia en la victoria 5-0 sobre Argentina el 5 de septiembre de 1993. / Foto: AFP

Hace 30 años, una victoria histórica a la que se le echó la culpa de venideras derrotas en el fútbol y como país.


Sebastián Arenas

sept 04 de 2023
05:28 p. m.



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Las formas de jugar en el fútbol colombiano han estado ligadas históricamente a los conceptos e ideologías que llegaron desde Argentina y comenzaron a conocerse gracias a Fernando Paternoster, quien dirigió al combinado nacional en 1938, cuando se cumplían 400 años de la fundación de la Bogotá y se inauguró el estadio Nemesio Camacho El Campín en el marco de los primeros Juegos Bolivarianos.

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Después arribaron las enseñanzas de Adolfo Pedernera, Carlos Cacho Aldabe —partícipe de la primera estrella de Millonarios, en 1949— Pancho Villegas, Carlos Salvador Bilardo y Osvaldo Zubeldía, entre otros. Francisco Maturana aprendió de ellos y agregó sus convicciones a la Selección Colombia, que, gracias a él, comenzó a jugar con un sistema táctico de 4-2-2-2 en 1987, cuando derrotó a Argentina —que venía de ser campeona del mundo con Maradona en 1986— en Buenos Aires en la Copa América.

Maturana alineó a un joven René Higuita de 20 años porque deseaba “11 futbolistas que produjeran juego”. De ahí para adelante, en la selección de finales de la década del 80 y gran parte de la del 90, actuaban —con las obvias modificaciones por distintas circunstancias— Luis Fernando Chonto Herrera, Luis Perea, Andrés Escobar —asesinado después del Mundial del 94—, Leonel Álvarez, Barrabás Gómez, Carlos el Pibe Valderrama, Bernardo Redín, Freddy Rincón, Faustino Asprilla y Adolfo el Tren Valencia, entre otros.

Colombia clasificó al Mundial de 1990 gracias a un gol del Palomo Usuriaga contra Israel y en Italia protagonizó un partido histórico ante Alemania: el eterno 1-1 con gol de Rincón. Después, Higuita se equivocó en octavos de final ante Camerún, y a casa. Para las eliminatorias a Estados Unidos 1994, el equipo de Maturana ya estaba ensamblado. Ya tenía la idea asumida. Y la sinergia entre las ideas del chocoano y los futbolistas era ideal.

El estilo partía del orden, según palabras del propio Maturana, con una línea de cuatro atrás y una marca zonal. El 4-2-2-2, como todo esquema, no era estático. Se desplegaba en 4-2-3-1 con el Pibe detrás del centrodelantero o, en defensa, 4-4-1-1 o 4-4-2. Con el balón, a menos que hubiera una posibilidad clara de pelotazo que dejara a los atacantes con ventaja en campo rival, había que tocar y tocar… mover a los contrarios para encontrar espacios, con Valderrama ideando las acciones y los delanteros haciendo constantes diagonales.

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Y así, con esas maneras, llevadas a cabo gracias a las disposiciones de un Maturana que aprendió muchas de ellas de los argentinos, se buscaba clasificar a la Copa del Mundo del 94. La oportunidad, el 5 de septiembre de 1993, en el Monumental de River Plate, con Maradona en una tribuna. Y frente a un combinado albiceleste dirigido por Alfio Coco Basile, que en el primer tiempo fue mejor que Colombia y no le anotó varios goles gracias a Óscar Córdoba y los fallos en la definición de sus jugadores.

“Destaco la inteligencia que tuvimos. Un partido en el que no éramos protagonistas, lo era Argentina. Yo estaba pensando en hacer cambios para tener el protagonismo y Hernán (Bolillo Gómez) me dice que esperemos. Llegó el primer gol —el de Freddy Rincón— y yo seguía insistiendo en que no me gustaba y él me decía que quizás ese gol ponía las cosas en orden. No se hizo ningún cambio y anotamos el segundo gol, con el que el equipo queda más tranquilo”, ratificó Maturana en diálogo con Noticias RCN Digital.

Adolfo Tren Valencia, delantero que fue titular aquella tarde bonaerense y quien convirtió el quinto tanto, le dijo a este medio: “En el fútbol, el que no los hace los ve hacer. Ellos al comienzo tuvieron chances de marcar, no concretaron y nosotros sí aprovechamos los errores que tuvieron”. Sobre el significado del 5-0, que se completó con doblete de Rincón y Faustino Asprilla, concluyó: “Un partido que nos trae mucha nostalgia, mucha alegría por todo lo que hicimos por la selección de este país. Ese partido significaba clasificar a un Mundial. Enviamos al repechaje a Argentina, que tenía muy buenos jugadores”.

Y se hizo famosa la frase de Hernán Darío Gómez, entonces asistente de Maturana: “Nos jodimos, Pacho. Ahora tenemos que ser campeones del mundo”. No obstante, el entrenador campeón de la Copa Libertadores 1989 con Atlético Nacional ha expresado que “ganar nunca hace daño”. Y es que lo que pasó en Norteamérica en el Mundial no tuvo que ver con la pelota. A él le enviaron una carta amenazándolo, para alinear a un jugador y sacar a otro. Por culpa de la violencia colombiana, que ha permeado casi todo en nuestra sociedad, la mentalidad de aquel grupo estaba con miedo y no enfocada en el fútbol. Y se terminó culpando al 5-0, a un triunfo antológico, de las derrotas que lo sucedieron.

@SebasArenas10

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