Lucho Herrera: “No me faltó ningún sueño por cumplir”

Lucho Herrera (der.), además, fue el primer colombiano en ganar una grande: la Vuelta a España de 1987. / Foto: AFP

Al primer colombiano en ganar una etapa del Tour de Francia no le gustaba el ciclismo cuando era niño. Después se hizo leyenda.


Noticias RCN

jul 14 de 2022
05:55 p. m.



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Cuando era niño, Luis Alberto Herrera Herrera se escondía de su madre en los árboles. Los trepaba para comer frutas, uno de sus alimentos favoritos. Doña Esther lo encontraba y sonreía. Él bajaba feliz, sin ser regañado. En una de esas jornadas, ella le regaló su primera bicicleta, para que fuera a otras casas a arreglar jardines, ganar algunos pesos y ayudar con la economía de su hogar: la finca Las Brisas, de la vereda La Aguadita.

Por eso el apodo ‘Jardinerito de Fusagasugá’, municipio de Cundinamarca en el que nació el 4 de mayo de 1961 y que los comentaristas europeos de ciclismo, cuando narraban sus pedalazos, les costaba nombrar. En este pueblo que lleva el nombre de un antiguo cacique, Lucho trabajaba en un vivero de frutas y verduras y recorría sus calles con la bicicleta que le regaló su madre, sin que dicha actividad le gustara.

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De hecho, a Lucho le gustaba era la gimnasia. Era feliz cuando la practicaba en la Escuela Ricaurte, donde transcurrían sus mañanas antes de realizar las labores de jardinero y vendedor. En eso, y en alimentar a los animales de Las Brisas, era en lo único que pensaba, antes de que su amigo Ramón Castillo lo convenciera de madrugar a pedalear e inscribirse en una carrera aficionada.

A Lucho le costaba interrumpir tempranamente su sueño. Le gustaba mucho dormir hasta tarde. Pero, cuando cayó en cuenta de que le era fácil trepar el alto de San Miguel, Canecas y el de Las Rosas, comprendió que era un fuera de serie de la bicicleta. Eso lo demostró el 16 de julio de 1984, cuando en el mítico Alpe d’Huez se convirtió en el primer colombiano en ganar una etapa del Tour de Francia.

Los europeos alabaron sus trepadas, se sorprendieron de que comiera bocadillo y tomara aguapanela para ganar energías y vieron cómo en la edición de 1985 sacó un nuevo ataque certero que dejó a sus rivales tirados, cómo llegó el descenso y no pudo evadir una brea derretida, cómo su rostro se estrelló con el asfalto y él, con la sangre lloviéndole por su visión, se levantó, siguió corriendo, no se dejó alcanzar de Perico Delgado ni Bernard Hinault y ganó.

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“Una gran oportunidad la que me brindó el deporte. Fue algo que sucedió inesperadamente. Momentos que hay que aprovechar cuando llegan. Hasta el momento he aprovechado las cosas”, le contó a NoticiasRCN.com un tímido y poco expresivo Lucho Herrera, cuyas manifestaciones hacia la opinión pública se dieron con las manos en el manillar.

Se siente orgulloso de Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Egan Bernal, Miguel Ángel López y quienes han seguido su estela de ser fuertes en la alta montaña, la que decide las competencias. En la actualidad sigue montando los fines de semana, en los que también saca tiempo para ver los partidos de Millonarios y otros deportes, en su finca. El olor de lo rural, lo suyo. El sentirse tranquilo por las vivencias de sus 61 años de existencia, también. “No me faltó ningún sueño por cumplir. Creo que uno ya lo hizo todo. A estas alturas ya se trata de estar con disciplina y orden, de conservarse uno y sentirse bien”.

Por: Sebastián Arenas / @SebasArenas10

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