Opinión | Djokovic, ni todos los títulos lo harán el más grande

Novak Djokovic /Foto: AFP

Su juego es único. Reúne las virtudes de Federer y Nadal, sus grandes adversarios, pero su accionar es altamente cuestionable.


Noticias RCN

ene 05 de 2022
06:15 p. m.



Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Bien lo dijo la tenista japonesa Naomi Osaka, exnúmero uno del mundo y ganadora dos veces del Abierto de Australia y del US Open, en entrevista exclusiva con NoticiasRCN.com el año pasado: “Los deportistas con grandes plataformas deben hablar de los temas que los apasionan y nosotros debemos ser conscientes del impacto de nuestras palabras y comprometernos más con la sociedad”.

Le puede interesar: Presidente de Serbia acusó a Australia de "maltrato" a Novak Djokovic.

Si al actual número del mundo, al serbio Novak Djokovic, le pusieran a leer esto quizá le generaría ulcera o haría uno de esos gestos de desaprobación cada vez que se ve perdido en la cancha y el juez de silla no aprueba sus reclamos. Su gran estela en el mundo del tenis, proclamada por excelsas exhibiciones contra los más temibles rivales, en las que se proclamó patriarca, amo y señor del deporte blanco, se ven oscuramente contrastada con sus decisiones como ser humano.

Djokovic es abiertamente conocido como un antivacuna. Le respeto su decisión. Cada individuo es autónomo de decidir qué inyecta en su cuerpo o no. Lo que no es válido es querer saltarse unos protocolos, como le quería hacer para el Abierto de Australia, en el que iba a recibir una derogación médica para poder jugar el torneo, que ha ganado en nueve oportunidades.

Llevar hasta las últimas consecuencias su necedad, queriendo imponer su ley por encima de muchos de sus colegas, quienes sí llegaron a este país con su carné de vacunación al día o querer pasarse por encima de los mismos habitantes de ese país, que han padecido la crueldad de cuarentenas severamente estrictas para intentar llevar una vida medianamente normal, no parece ser el mensaje que deba llevar un líder mundial del deporte como es él.

También lea: Australia canceló el visado de entrada al país de Novak Djokovic.

Y esta no es la primera vez que sucede este tipo de polémicas con Djokovic. Ya en el 2020, en pleno momento crítico para la humanidad por el inicio de la pandemia del coronavirus, había armado un torneo de exhibición en Belgrado, Serbia, en el que la gente asistió en masa, algunos sin tapabocas desafiando al virus. Él mismo organizó una fiesta en la que bailó, cantó y se exhibió sin camiseta como si estuviera alejado de la realidad. Consecuencias: varios y varios positivos entre ellos él, miembros de su familia y amigos, tenistas que jugaron esa recocha…

De Djokovic hay que decir que tenísticamente es un gladiador. Un tipo que haya ganado 86 títulos ATP, 20 Grand Slam, 37 torneos Masters 1.000 es una leyenda, un ser único en la especie. Fue capaz de poner a sufrir a dos de los mejores exponentes o los mejores de la historia: Roger Federer y Rafael Nadal. Es un artista desde el fondo de la cancha, se mueve con soltura, manda los partidos con peloteos largos y agresivos, sacarle tiros ganadores es difícil por su elasticidad, servicio plano, con potencia y ubicación, y su revés paralelo es incomparable.

Además: Sigue la polémica: "Djokovic no recibió favores para viajar a Australia".

Nació para romper récords y ser el más ganador, pero no el mejor. ¿Por qué no el mejor? Porque no es solo hacer vibrar al mundo con la genialidad de sus golpes o las épicas cruzadas que da en las pistas. Un deportista debe ser íntegro y saber que los ojos del mundo están sobre él, que muchos jóvenes sueñan con ser él. Un mensaje equivocado puede generar tsunamis de malas decisiones de quienes lo siguen. Djokovic tiene 9,7 millones de seguidores en Instagram y 8,8 millones de seguidores en Twitter. Él puede decidir no vacunarse, es su salud y su vida, pero no puede poner en riesgo a quienes sí quieren cuidarse y ver la esperanza de este biológico para ganarle la guerra a la pandemia.

Critica que siempre hablan bien de Federer y Nadal por encima de él, hace todo por estar en ese olimpo de estos dos gladiadores, pero fuera de las pistas y dentro de ellas – se la ha visto furioso rompiendo raquetas – no es un gran ejemplo para la humanidad.

Felipe Villamizar M.
Periodista Senior
En Twitter: @FelipeVilla4

Unirse al canal de Whatsapp de Noticias RCN

Otras noticias