Richard Ríos ‘tiró los prohibidos’ en la celebración de Benfica y Otamendi lo grabó todo

Richard Ríos no pudo tener un mejor inicio en su aventura europea. Apenas nueve días después de haber sido presentado oficialmente como nuevo jugador del Benfica, el mediocampista colombiano ya levantó su primer trofeo con el conjunto portugués.

Este jueves, Ríos fue titular en la final de la Supercopa de Portugal frente al Sporting de Lisboa y contribuyó con una destacada actuación en la victoria 1-0 que le dio el título al equipo lisboeta. Sin embargo, más allá del fútbol, el colombiano también fue protagonista por una razón que desató risas y aplausos: su inconfundible manera de celebrar.

El exjugador de Palmeiras volvió a mostrar su sello personal fuera del terreno de juego, con un baile que ya se está volviendo icónico entre sus compañeros. Apenas se confirmó la consagración de Benfica, Ríos desató sus “pasos prohibidos”, como los llaman en redes sociales, con una coreografía espontánea que contagió de alegría a todo el grupo.

Otamendi reveló el momento: “El panita celebrando”

Quien se encargó de inmortalizar el momento fue nada menos que Nicolás Otamendi. El defensor argentino, referente del vestuario de Benfica, publicó un video en sus redes sociales donde se ve a Ríos bailando en medio del camerino, mientras sus compañeros lo animan con sonrisas y palmas. “El panita celebrando”, escribió Otamendi, acompañando su mensaje con emojis de risa y fiesta, lo que refleja el buen ambiente que reina en el grupo.

La rápida conexión entre Ríos y Otamendi es apenas una muestra de lo bien que ha encajado el colombiano en el plantel. No solo ha demostrado condiciones técnicas dentro del campo, sino también carisma y personalidad fuera de él. El título y la celebración refuerzan su integración y aumentan las expectativas sobre lo que puede aportar esta temporada.

Un comienzo soñado dentro y fuera del campo

Richard Ríos no solo comienza su etapa europea con una copa en las manos, sino también con una sonrisa que ya se ganó al vestuario. Su baile, lejos de ser una simple anécdota, demuestra confianza, alegría y una conexión humana que puede ser clave para lo que viene. Benfica celebra por partida doble: por el título y por haber fichado a un jugador que, en solo nueve días, ya dejó huella.