Tiago Poller, de un pequeño pueblo colombiano, a ser el capitán de la Selección de Alemania

Todo el mundo nace con un propósito en la vida, pero como dice una famosa frase del cantante Rubén Blades: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Y todo puede dar un giro inesperado que lo lleve a uno a un lugar diferente, pero, al fin y al cabo, es donde cada quien tiene que estar.

Así es la historia de Tiago Poller, un joven nacido en Apartadó, Antioquia, pero que por circunstancias de la vida fue adoptado desde muy pequeño por una familia en Alemania. Desde los tres años vive en el país germano, pasando por ciudades como Stuttgart y ahora Sinsheim, y algo que ha estado siempre a su lado es una pelota redonda que patea desde que tiene memoria.

Los recuerdos que tiene de sus primeros años de vida en Colombia son muy vagos, habiendo vivido con una familia de acogida durante tres años, hasta que sus padres adoptivos llegaron como un par de ángeles y lo llevaron a emprender una aventura en Alemania. Este viajelo ha visto convertirse en una de las figuras más prometedoras del fútbol teutón, pues actualmente es el capitán del equipo de categoría sub 17 del TSG Hoffenheim, así como de la Selección de Alemania sub 16.

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Dicen que el talento se lleva en la sangre, y Colombia ha sido tierra de jugadores habilidosos desde hace mucho tiempo, con Antioquia como una de las cunas del deporte nacional. Al combinar esa habilidad innata con el trabajo, dedicación, técnica y precisión de los alemanes, hay potencial para formar un jugador que promete llegar a ser una figura en el fútbol del futuro.

La formación futbolística de Tiago Poller

Al hablar con Tiago, acompañado de Christoph Erbelding, jefe de prensa de la academia del TSG Hoffenheim, el se ve como un joven tímido, quien saluda y me dice que contestará las preguntas en alemán, pero su acompañante traducirá las respuestas. De arranque, al indagar sobre la formación de futbolistas en Alemania, Tiago dice que lo más importante, por encima de todas las cosas, es mostrar amor por el fútbol.

“Tienes que mostrar amor por el fútbol desde el nivel básico en las academias en Alemania, al igual que mucha disciplina en el campo. Se debe tener conocimiento del juego en la cancha, saber leer el juego, principalmente en el mediocampo, donde yo juego”, dice Poller.

Una de las posiciones más exigentes en el fútbol es ser volante de marca, pues es el jugador que dicta el ritmo del juego de su equipo, quien tiene una crucial visión del campo, así como la labor de recuperar el balón y darle salida a sus compañeros. No es coincidencia que un jugador con la técnica de Tiago se desempeñe en esa posición, tanto para el Hoffenheim, como para Alemania.

“Juego en la base del mediocampo, tanto en Hoffenheim como en la selección de Alemania. Debo tener muy buena referencia de todo el terreno de juego, tanto yendo hacia adelante como en el juego hacia atrás. Debo mostrar buenas habilidades defensivas contra el rival cuando ataca, así como cuando tengo el balón en los pies para iniciar los ataques de mi equipo”, explicó.

Un líder innato

Ser capitán de un equipo, en cualquier disciplina, es un honor que no muchos jugadores llegan a tener.El liderazgo es algo que se percibe, que inspira a quienes rodean a esa persona que ven hacia arriba, pues ese líder estará comandándolos dentro de un terreno de batalla con dimensiones de 90 por 60 metros, demarcado con líneas de cal sobre un lienzo verde.

El brazalete de capitán de Alemania lo han portado legendarios jugadores como Franz Beckenbauer, Oliver Kahn, Phillip Lahm, Manuel Neuer, entre muchos otros, y Tiago Poller tiene el honor de llevarlo amarrado a su brazo cuando juega para ‘Die Mannschaft’. Sin embargo, el ser el capitán, tanto del equipo nacional como del TSG Hoffenheim, es algo que debe demostrarse, tanto dentro como fuera del terreno de juego. 

“Debo demostrar mi liderazgo cada día. Debes demostrar que eres capaz de hacer cosas especiales por tus compañeros.Debes hablar con ellos siempre en el campo, así como por fuera de el para conocerlos. Se debe demostrar a diario, no solo en un momento. Cada día es un nuevo reto siendo capitán”, relató.

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Como todo líder, Tiago Poller tiene sus objetivos trazados, y en su norte está el llegar a ser jugador profesional. Esto es lo que muchos niños tienen en la cabeza cuando juegan en un parque con sus amigos, pero ese famoso “sueño del pibe”, de llegar a ser profesional y jugar al más alto nivel, es lo que Tiago aspira. “Quiero ser un jugador con habilidades especiales en el campo, que pueda ser importante para algún equipo. Trabajo muy duro para poder lograrlo todos los días. Es mi objetivo poder jugar para el Hoffenheim”, dice.

Toda persona, independiente de su profesión, busca inspiración en distintos lugares, así como modelos a seguir de quienes pueden aprender para mejorar en su respectiva área. En el caso de Tiago Poller, Andrés Iniesta ha sido siempre su jugador favorito, y desde chico buscaba emularlo. “Sabe leer muy bien el juego, tiene una técnica impecable. También Kevin de Bruyne es otro jugador que disfruto muchísimo ver. Las cualidades ofensivas es lo que más me gusta, e intento aprender e incluir eso en mi propio juego.