¿Cuáles son los riesgos de que el gobierno intervenga las tarifas de servicios públicos?
El presidente defendió su decisión argumentando que hace parte de las funciones constitucionales y es decisión de cada mandatario si las delega o no.
Noticias RCN
03:06 p. m.
En medio de la problemática que se ha generado en gran parte del territorio nacional sobre el excesivo incremento en las tarifas de los servicios de electricidad en el país, el presidente Gustavo Petro anunció que asumirá personalmente la reglamentación de las tarifas en materia de servicios públicos domiciliarios con el fin disminuir la carga económica de los hogares colombianos en este rubro.
“Voy a asumir el control, las políticas generales de administración de Colombia, directa y personalmente, en función de lo que la misma ley dice: primero, el interés general y el del usuario”, afirmó Petro.
Una decisión amparada constitucionalmente en sus funciones como presidente de la República, pero que desató las reacciones de distintos sectores que justifican la imparcialidad en la independencia de las entidades regulatorias para calcular dichas tarifas bajo criterios de oferta energética y abastecimiento de la demanda, teniendo en cuenta aspectos sociales, económicos, ambientales, entre otros.
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“Se ha creado un gran alboroto, de intereses también, alrededor del tema de retomar las funciones constitucionales del presidente de la República. Una de las cuales es la política general de los servicios públicos domiciliarios, su control y su vigilancia”, afirmó el presidente colombiano.
El presidente justificó su decisión de un control gubernamental sobre dichas tarifas argumentando que es decisión de cada presidente si delega o no esas funciones, porque constitucionalmente hace parte de sus funciones directas, además, recordó que desde la administración del entonces presidente César Gaviria, quien decidió delegar dichas funciones, fue a partir de esa época que ningún mandatario predecesor quiso retomar personalmente dichas acciones.
Cabe resaltar que durante el gobierno de Gaviria el país atravesó una de sus peores crisis energéticas en 1992, impulsada en dicho momento por las sequias del fenómeno del niño que se tradujo en una reducción del nivel de agua de los embalses que generaban energía hidroeléctrica. Claramente un panorama muy distinto a la actualidad de Colombia.
La advertencia desde distintos sectores proviene de la problemática que se podría generar si se bajan excesivamente los costos de las tarifas, hasta el punto de que las empresas no alcancen a cubrir sus costos de operación.
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Pues se debe pensar en un modelo que, más allá de reducir instantáneamente los costos de los servicios, sea lo suficientemente planificado para que se sostenga en el tiempo y no produzca consecuencias graves al futuro, que culminen con un efecto rebote y una crisis institucional con un déficit fiscal.