¿Cómo la productividad colombiana podría convertir el Estado en un modelo de progreso?
Colombia tiene una riqueza inmensa de talento humano que desperdiciaría en trámites, filas y burocracia, según el líder empresarial, Cristian Halaby Fernández.
Noticias RCN
08:17 a. m.
Una revolución productiva para liberar el talento nacional es el planteamiento del empresario, economista y politólogo Cristian Halaby Fernández, quien analizó la situación del país, considerando que la transformación que necesita Colombia no está en los subsidios, ni en movidas políticas.
Para el empresario, la verdadera revolución en Colombia debe ser productiva, donde el ciudadano tenga libertad real para emprender y el Estado deje de ser un obstáculo para convertirse en un facilitador.
Colombia tiene lo que Estonia no, una riqueza inmensa de talento humano. Pero lo desperdicia en trámites, filas y desconfianza.
La relación entre el emprendedor y el Estado colombiano
El empresario explica que el problema de fondo no es la falta de talento, sino una institucionalidad que asfixia la iniciativa privada.
En Colombia, el talento sobra, pero se desperdicia en trámites y burocracia.
De acuerdo con su análisis, la riqueza más importante no está bajo tierra, sino en las ideas y la capacidad creativa de su gente; por lo que apostar por la productividad no solo generaría empleo y desarrollo, sino que también reduciría la dependencia de subsidios y el clientelismo político.
El líder empresarial señala que, inicialmente, el sistema actual termine persiguiendo al emprendedor en lugar de apoyarlo, con impuestos anticipados y cargas laborales que desincentivan la inversión.
Necesitamos tratar al emprendedor como socio estratégico.
Desde su visión, la revolución que necesita Colombia no es ideológica, sino una que transforme la forma de producir y crear valor. Un modelo donde el ciudadano tenga la libertad de emprender y el Estado actúe como soporte, no como barrera.
Modelo extranjero que podría aplicar Colombia
El empresario reveló claves del éxito en Estonia que podrían inspirar a Colombia:
Una educación tecnológica desde la infancia, que forme programadores y creadores, no solo consumidores.
Un Estado digital que simplifique trámites y elimine intermediarios.
Un sistema tributario que premie la reinversión de utilidades en vez de castigarla, incentivando el crecimiento empresarial.
No se trata de copiar modelos extranjeros, sino de diseñar uno propio, donde la productividad sea el camino a la libertad.