¿Por qué se desplomaron globalmente las bolsas de valores y los mercados este lunes?

La Bolsa de Nueva York tuvo un desplome este 5 de agosto, reflejando una ola de pánico que afectó a los mercados globales. La preocupación por una posible recesión en Estados Unidos y el fortalecimiento del yen desencadenaron una caída dramática en los principales índices bursátiles.

El índice Dow Jones, en su peor jornada desde 2022, perdió un 2,60% y cerró en 38.703,27 puntos. Por su parte, el Nasdaq, que alcanzó mínimos no vistos desde mayo, se desplomó un 3,43% hasta situarse en 16.200,08 unidades. El S&P 500 también sufrió una caída significativa del 3%, ubicándose en 5.186,33 puntos. Los 30 valores que componen el Dow Jones finalizaron en rojo, al igual que los 11 sectores del S&P 500.

El índice VIX, conocido como el "índice del miedo" por medir la volatilidad del mercado, alcanzó niveles no vistos desde marzo de 2020, cuando se declaró la pandemia de covid -19.

Las tasas elevadas perjudican el mercado global

Analistas de Pantheon Macroeconomics señalaron que la debilidad en el mercado laboral estadounidense durante julio ha puesto en evidencia que la Reserva Federal (Fed) podría haber tardado demasiado en reducir sus tasas de interés. Esta afirmación surge tras el informe de empleo del viernes, que fue el principal catalizador de la ola de ventas y se conoció solo dos días después de que la Fed decidiera mantener sin cambios sus tipos de interés de referencia entre 5,25% y 5,50%.

En un contexto de tasas de interés elevadas, el crédito se encarece y el consumo y la inversión se desaceleran, lo que ha impactado negativamente en el mercado. Un ejemplo claro es Nvidia, la estrella de Wall Street en el sector de la inteligencia artificial, que vio una caída del 6,36% en su valor, cerrando a 100,45 dólares por acción.

El impacto del desplome no se limitó a Wall Street. Las bolsas europeas también registraron fuertes caídas, con París perdiendo un 1,42%, Londres un 2,04%, Fráncfort un 1,82%, Madrid un 2,34% y Milán un 2,27%. En Asia, la situación fue aún más grave. El Nikkei 225 de Tokio, ya golpeado el viernes, se desplomó un 12,4%, alcanzando una caída total de 4.451,28 puntos, el mayor descenso desde el crash bursátil de 1987. Taiwán y Seúl también sufrieron caídas significativas, del 8% y más del 9%, respectivamente.

Bajos rendimientos en bonos y variabilidad del mercado por factores económicos y geopolíticos

En el mercado de bonos, las tasas de interés cayeron a mínimos en más de un año, reflejando una alta demanda por estos activos considerados seguros.

Stephen Innes, analista de SPI Asset Management, atribuyó el colapso a un informe sobre el empleo en Estados Unidos que provocó la caída de las acciones y los rendimientos de los bonos. La tasa de desempleo en EE.UU. subió al 4,3% en julio, su nivel más alto desde octubre de 2021.
Otros factores que contribuyeron a la volatilidad incluyen la posibilidad de represalias iraníes y la desactivación del carry-trade en yenes. Peter Cardillo, de Spartan Capital, indicó que el fortalecimiento del yen y las expectativas de más subidas de tasas por parte del Banco de Japón han llevado a los fondos especulativos a retirar inversiones del mercado accionario, exacerbando la caída del Nikkei.

A pesar de estos temores, CFRA Research sigue pronosticando un "aterrizaje suave" para la economía estadounidense, con una desaceleración que no necesariamente llevará a una recesión. Sam Stovall, jefe de estrategia de inversiones de CFRA, también señaló que agosto es históricamente un mes débil para el mercado accionario.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste y los inversores continúan monitoreando de cerca los desarrollos económicos y geopolíticos que podrían influir en la dirección futura de los mercados financieros.