Asia enfrenta una crisis humanitaria tras inundaciones que dejan más de 1.300 muertos
Gobiernos y organismos de socorro trabajan contra el tiempo para llevar asistencia a millones de afectados en Indonesia, Sri Lanka y otros países de la región.
AFP
07:22 a. m.
Las devastadoras inundaciones que golpean a varios países de Asia han dejado más de 1.300 muertos y provocado una de las crisis humanitarias más graves de la última década. Una torrencial temporada monzónica, intensificada por dos ciclones tropicales, desencadenó fuertes lluvias en Sri Lanka, el sur de Tailandia, el norte de Malasia y amplias zonas de la isla indonesia de Sumatra, donde se registran los mayores daños.
El impacto del cambio climático vuelve a quedar en evidencia: según especialistas, una atmósfera más cálida puede retener mayor humedad, lo que aumenta la intensidad de las precipitaciones y potencia fenómenos meteorológicos extremos. Un análisis de datos del gobierno estadounidense, realizado por AFP, reveló que estas regiones vivieron en noviembre sus niveles de lluvia más altos desde 2012.
Las aguas empiezan a retroceder en la mayoría de los territorios afectados, pero lo que dejan atrás es devastador. Cientos de miles de personas permanecen en refugios improvisados y enfrentan dificultades para obtener agua potable y alimentos. En Aceh, una de las zonas más golpeadas en Indonesia, las carreteras están prácticamente intransitables, lo que ha llevado a muchos ciudadanos a almacenar combustible y provisiones ante el temor de quedarse sin suministros.
Un desafío logístico y humanitario creciente
El gobierno indonesio anunció el envío de 34.000 toneladas de arroz y 6,8 millones de litros de aceite de cocina a las provincias más afectadas. Sin embargo, habitantes como Alfian, residente en Banda Aceh, denuncian que la respuesta ha sido lenta y que persisten dificultades para cubrir necesidades básicas. La situación es crítica: solo en Sumatra se registran 712 muertos, 500 desaparecidos y 1,2 millones de desplazados.
Organizaciones como Islamic Relief advirtieron que las comunidades podrían enfrentar escasez severa de alimentos si las líneas de suministro no se restablecen en el corto plazo. Un cargamento de 12 toneladas de ayuda humanitaria fue enviado vía marítima y se espera que llegue lo más pronto posible.
El sistema climático que afectó Indonesia también causó estragos en Tailandia, donde al menos 176 personas murieron, convirtiéndose en uno de los peores eventos de la última década. En Malasia, dos personas perdieron la vida.
Sri Lanka tampoco escapa al desastre. Inundaciones y deslizamientos han dejado al menos 410 muertos y más de 330 personas siguen desaparecidas. El presidente Anura Kumara Dissanayake declaró el estado de emergencia y pidió apoyo internacional para atender lo que calificó como “el desastre natural más difícil” en la historia del país. La fuerza aérea, con ayuda de India y Pakistán, continúa evacuando a residentes atrapados y entregando víveres en zonas aisladas.
Mientras tanto, en Colombo, la capital esrilanquesa, las aguas comienzan a bajar lentamente, pero las alertas por deslizamientos se mantienen en gran parte de la región central, la más afectada por el temporal.
La región asiática enfrenta así un panorama complejo, donde el retroceso del agua no significa el fin de la emergencia, sino el inicio de una gigantesca operación humanitaria para salvar vidas y reconstruir comunidades enteras.