Panamá fortaleció vigilancia marítima en sus costas para controlar flujo de migrantes

El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, ordenó el 11 de julio el despliegue de patrullas marítimas del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) para que eviten el cruce de migrantes por las costas del Caribe y Pacífico.

Panamá instaló cerca con alambre de púas en el Darién

Con la llegada del presidente José Raúl Mulino, el Gobierno de Panamá le puso la lupa al control migratorio en el tapón del Darién, la zona fronteriza con Colombia donde pasan miles de personas al año con el propósito de llegar a Centro y Norteamérica.

El Darién es un terreno lleno de peligros. La zona selvática tiene amenazas, tales como los climas retadores, animales y trochas de difícil acceso. Sumado a ello, la presencia de grupos criminales pone en riesgo el bienestar de los migrantes.

Para hacerle control al flujo de personas, el Gobierno instaló una cerca con alambre de púas de varios metros. Esto ha generado que los migrantes experimenten complicaciones para cruzar la frontera, a tal punto de buscar rutas inhóspitas alternas.

La decisión ha generado varias críticas. La Defensoría del Pueblo advirtió que la cerca con púas pone en peligro la vida de miles de migrantes.

Control marítimo en las costas del Caribe y Pacífico

Aparte de la vigilancia terrestre, Panamá también busca impedir el flujo de migrantes que pretenden llegar a Centroamérica a través de canales marítimos.

“La instrucción establece la retención y entrega a las autoridades policiales o migratorias de Colombia de cualquier persona que viaje en bote con migrantes irregulares y trate de ingresar a Panamá”, explicó el Ministerio.

Ábrego dijo que el flujo migratorio irregular es “un problema transnacional que afecta a Panamá como país de tránsito. Además, tiene implicaciones humanitarias y de seguridad debido al tráfico de migrantes, provocado por el narcotráfico y las organizaciones criminales que operan en la frontera”.

Daño ambiental ocasionado en el Darién por el tránsito migratorio

De igual forma, el funcionario explicó que esta situación representa una problemática a nivel ambiental: “Los ecosistemas por donde han caminado más de 680 mil migrantes irregulares entre 2023 y 2024, han dejado toneladas de basura y residuos plásticos, lo cual está afectando el Parque Nacional Darién”.

En consecuencia, el material desperdiciado ha dañado la flora y fauna del ecosistema, poniendo en peligro el bienestar de las especies endémicas que viven en la selva. Además, las comunidades nativas han sido testigos del deterioro en el medio ambiente.