Lujosa boda de Jeff Bezos en Venecia desata críticas por impacto ambiental

Jeff Bezos, el fundador de Amazon, y la periodista Lauren Sánchez celebrarán esta semana su boda en Venecia con una fiesta que se extenderá desde el jueves hasta el sábado.

La ceremonia, cuyo lugar exacto se mantiene en secreto por razones de seguridad, podría realizarse en la iglesia de la Misericordia o en el histórico Arsenal, según medios italianos.

Al evento asistirán alrededor de 200 celebridades, entre ellas Leonardo DiCaprio, Mick Jagger, Oprah Winfrey y Kim Kardashian. Para alojarlos, la pareja habría reservado por completo varios de los hoteles más lujosos de la ciudad. Además, se espera la llegada de al menos 95 jets privados al aeropuerto Marco Polo y el fondeo del megayate de Bezos, el Koru, frente a la isla de San Giorgio Maggiore.

Críticas por el impacto de la boda de Bezos en Venecia

El derroche de la pareja no ha pasado desapercibido. Grupos ambientalistas como Greenpeace han cuestionado la huella de carbono que dejarán los desplazamientos en aviones y yates, en una ciudad que ya sufre por la masificación turística y la crisis climática. A diario, en temporada alta, más de 100.000 personas pernoctan en Venecia, sin contar los miles de visitantes que llegan en cruceros.

A diferencia de la boda de George Clooney en 2013, que pasó sin mayores protestas, el enlace de Bezos ha sido fuertemente criticado. Parte de la molestia se centra en su imagen como empresario señalado por las condiciones laborales en Amazon y en la participación de Sánchez en un vuelo espacial organizado por Blue Origin, mientras dice apoyar la lucha contra el cambio climático.

El grupo “No space for Bezos”, liderado por el activista Tommaso Cacciari, ha calificado el evento como una apropiación elitista del espacio público. “Usan Venecia como si fuera un salón de fiestas privado”, declaró Cacciari, y advirtió que podrían intentar sabotear el paso de los invitados con protestas en los canales.

División entre protestas y celebraciones por la boda

Las críticas llegaron incluso hasta la plaza San Marco, donde activistas desplegaron una pancarta con el rostro sonriente de Bezos acompañada del mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos”. La protesta puso en evidencia el malestar de una parte de la población frente a los desequilibrios sociales y económicos que afectan a la ciudad.

Sin embargo, no todos los venecianos comparten esa visión. El vicealcalde de Turismo, Simone Venturini, defendió la celebración como un evento más de los que la ciudad acoge a diario.

Además, la pareja ha hecho donaciones a organizaciones locales y ha contratado artesanos venecianos para encargarse de la repostería y la decoración con cristales de Murano.

Algunos habitantes, como Michele Serafini, ven el evento como una oportunidad. “Este tipo de evento no crea problemas, en absoluto. Trae dinero a la ciudad”, opinó. Mientras tanto, Venecia sigue debatiéndose entre el turismo de élite y la necesidad de preservar su tejido social y ambiental.