Colombianos en Ucrania: el desgaste del Ejército ucraniano obliga a depender de mercenarios extranjeros
Un informe reciente de The Times revela cómo la escasez de tropas locales ha llevado a Ucrania a incorporar combatientes internacionales, incluidos cientos de colombianos en roles de alto riesgo.
Noticias RCN
07:19 a. m.
Un reciente reportaje publicado por The Times del Reino Unido el 1 de agosto de 2025 revela una cruda realidad: la guerra en Ucrania, que ya supera los 1.200 días, ha desgastado hasta el límite a sus fuerzas armadas.
Sin suficiente rotación, sin nuevos voluntarios y con una tasa diaria de 300 muertos y 750 heridos, el país enfrenta una crisis de personal militar. Ante este panorama, el gobierno de Volodímir Zelenski ha apostado por reforzar sus filas con combatientes extranjeros. En este contexto, los colombianos en Ucrania se han convertido en una pieza clave dentro del engranaje bélico.
Según el reportaje, unidades de reconocimiento y ataque como las de la Brigada 47, ubicada en la región de Sumy, ya cuentan con una alta presencia de soldados provenientes de Colombia. Aunque oficialmente no se los reconoce como mercenarios, su papel responde a una lógica contractual motivada principalmente por incentivos económicos.
Colombianos en la primera línea de combate: entre la guerra ajena y la supervivencia
Bohdan, un veterano ucraniano que ahora lidera una unidad de instrucción, afirmó al medio británico que los colombianos superan en rendimiento a muchos de los reclutas ucranianos actuales. "No vinieron arrastrados por una patrulla de reclutamiento. Ellos están aquí por voluntad propia y, sobre todo, por dinero", dijo.
El salario promedio de un combatiente ucraniano en primera línea es de 120.000 grivnas al mes (aproximadamente 8 millones de pesos colombianos), una cifra ocho veces superior al ingreso de un soldado raso en Colombia.
El mismo comandante describió cómo estos soldados latinoamericanos han asumido roles estratégicos en el frente de batalla. En una escena descrita por The Times, decenas de combatientes colombianos, identificados por su idioma, se entrenaban en un campo militar. No se permitió a los periodistas entrevistarlos directamente, pero su presencia activa y visible fue confirmada.
Lo más llamativo del informe es que estos colombianos en Ucrania están enfrentando incluso a tropas norcoreanas que combaten en apoyo de Rusia, en la región de Kursk. Una guerra internacionalizada, donde combatientes de países lejanos luchan en un conflicto que no es propio, por razones muy distintas a las geopolíticas: necesidad, desesperación y promesas económicas.
¿Mercenarios o mano de obra militar extranjera?
El término mercenarios puede ser polémico, pero refleja una realidad cada vez más evidente: el desgaste del ejército ucraniano ha generado una dependencia creciente de soldados foráneos. En el caso de los colombianos, muchos de los cuales llegan por vías privadas o con contratos poco transparentes, el objetivo es claro: sobrevivir económicamente, aunque eso implique arriesgar la vida en un país lejano.
Los testimonios de oficiales ucranianos apuntan a una diferencia clave entre los voluntarios iniciales de 2022 y los nuevos reclutas forzosos. Mientras los soldados colombianos asumen el conflicto como un trabajo, muchos ucranianos actuales están desmotivados, sin entrenamiento adecuado y mentalmente colapsados.
Lo cierto es que hay muchos exmilitares colombianos que han revelado detalles sobre su experiencia en esta guerra ajena. Señalan que muchas veces se les incumplió con los pagos prometidos, algunos fueron abandonados en mitad del campo de batalla y sus familias no recibieron compensación. Además, se habla de que la posibilidad de regresar a Colombia es muy inferior.