Crisis de agua en Cuba: más de 600.000 afectados y manifestaciones masivas exigen soluciones

La escasez de agua potable alcanzó niveles críticos en Cuba, afectando a miles de ciudadanos en diversas regiones del país, siendo La Habana una de las más impactadas.

En barrios como La Rosita, en San Miguel del Padrón, los residentes salieron a las calles para exigir soluciones tras más de dos semanas sin acceso a agua potable.

Aunque las autoridades enviaron tanques de agua para mitigar las protestas, la falta de mantenimiento en las tuberías y los constantes cortes de electricidad agravaron aún más la situación.

José Antonio Hernández, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, reportó que más de 600.000 personas en Cuba sufren la falta de agua.

De este total, cerca de 130.000 residentes de La Habana están especialmente afectados, junto con numerosos clientes en otras provincias. Hernández señaló que las roturas de equipos de bombeo y los frecuentes cortes de electricidad contribuyeron al caos en la distribución del suministro de agua.

Estudio reveló que una gran parte de la población en Cuba carece de agua potable

Un estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos reveló un panorama aún más complejo: aproximadamente el 17% de los encuestados no tiene acceso a agua potable, lo que representa alrededor de 663.000 viviendas y posiblemente 1.9 millones de personas.

Además, el 27% de los hogares recibe agua menos de cuatro días a la semana y el 40% solo entre cuatro y seis días, indicando que la mayoría de la población no cuenta con un suministro constante. La situación también se extendió a otras provincias como Pinar del Río, donde esta localidad lleva más de un mes sin agua.

Sus residentes tienen que buscar agua en áreas cercanas y sus reservas están a punto de agotarse, generando desesperación, especialmente entre quienes tienen niños y ancianos a su cargo.

¿Qué dijeron las autoridades sobre la creciente crisis de escasez de agua en Cuba?

Aunque las autoridades intentaron mitigar la crisis, la situación se agravó debido a problemas logísticos, como la falta de combustible y neumáticos. Esto dio lugar a un mercado informal en el que los cubanos deben pagar hasta 8,000 pesos (25 dólares) por el servicio de un camión cisterna.

La mala gestión administrativa por parte de Aguas de La Habana, la empresa responsable del acueducto y saneamiento, agravó el problema. La escasez de personal, debido a que muchos trabajadores buscan mejores salarios en otros sectores, dejó al sistema hidráulico en una situación aún más precaria.

A pesar de las protestas y las necesidades urgentes de la comunidad, el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez, manifestó que no se espera una solución inmediata y que se está trabajando en una mejora proyectada para el próximo año.