Detalles del funeral público de Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro
Hernán Olano, experto en temas del vaticano, habló del proceso post mortem del papa y el protocolo para ser expuesto en capilla ardiente.
Noticias RCN
12:05 p. m.
Las personas ingresaron a la Basílica de San Pedro desde las 9:00 a.m. de este lunes 2 de enero para pasar unos segundos frente al cuerpo del papa Benedicto XVI mientras reposa sobre el catafalco.
A los alrededores del templo hay extensas filas de fieles que esperan ese instante único y solemne en el que le rinden tributo al papa emérito.
En la Basílica de San Pedro ya reposa el cuerpo del papa Benedicto XVI, quien murió en pasado 31 de diciembre en su residencia, en el Vaticano.
En el lugar fue abierta la cámara ardiente en la que miles de fieles podrán darle un último adiós al pontífice.
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Los homenajes públicos al papa Benedicto XVI
A primera hora el cuerpo del pontífice fue trasladado desde el Monasterio Mater Ecclesiae situado dentro de los muros del Vaticano, hasta la Basílica de San Pedro. Allí fue dispuesta la capilla ardiente en la que miles de fieles honran su memoria y le dan un último adiós, antes del funeral que será dirigido por el papa Francisco el próximo jueves 5 de enero.
Largas filas acompañan los alrededores del histórico lugar donde reposa el cuerpo del papa emérito. Los feligreses que esperan para pasar durante algunos segundos frente al catafalco resaltan el trabajo de Joseph Ratzinger por la iglesia.
Benedicto XVI fue un buen papa en todos los sentidos. Su decisión de dimitir fue acertada en su momento. Fue una elección hecha por dios y se necesitaba un cambio fuerte en la iglesia, le dijo a Noticias RCN, el sacerdote colombiano, Alexander Hernández.
Se espera que unos 35 mil fieles hagan presencia en el lugar durante los próximos tres días.
Mientras se desarrolla el funeral abierto al público del papa emérito en el Vaticano, Hernán Olano, experto en este tipo de temas, le explicó a Noticias RCN detalles importantes del protocolo ceremonial, la preparación post mortem de su cuerpo y la vestimenta que lleva puesta en su féretro.
¿Cómo se desarrolla la ceremonia en capilla ardiente de Benedito XVI?
H. O.: Aunque se habló de la solemnidad del rito dentro de lo que es una misa fúnebre, lo que va a incluir adicionalmente es algo que se denomina “ultima commendatio et valedictio”, que es encomendarlos como tal a el alma de Benedicto XVI y la valedictio es el discurso acerca de las virtudes de quien ha fallecido; es lo que usualmente nosotros vemos al final de las misas fúnebres cuando uno de los hijos o un familiar pasa y ofrece unas palabras. En este caso será la exaltación de esas virtudes de quien por ocho años ocupó como papa número 265 de la iglesia católica el cargo de vicario de Cristo en la tierra.
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Es la primera vez que un papa dirige el funeral de su predecesor: ¿Cuál es el protocolo?
H. O.: El protocolo debe seguirse de acuerdo con la Constitución Apostólica que dejó escrita San Juan Pablo II en 1996.
Hay un protocolo en el momento del fallecimiento, según unas normas de muchos años dentro del Vaticano, lo que se hizo en el momento del fallecimiento es que los canónicos penitenciarios hacen el deber denominado turno de vela, en el que se ponen cuatro velas alrededor de la cama en la que falleció.
Además, se le practicó el proceso post mortem denominado como tanatopraxia que consiste en el retiro de las vísceras y la aplicación de algunas sustancias para la conservación del cadáver de 10 a 15 días. No es un embalsamamiento completo, sino únicamente la aplicación de los químicos. Luego fue revestido el cadáver del papa Benedicto XVI para poder tenerlo en capilla ardiente para que los fieles puedan darle su último adiós.
El papa emérito viste el alba, el cíngulo, la casulla de color rojo por el peso de la sangre derramada dentro de la iglesia y la mitra episcopal, pero a diferencia de un papa en ejercicio no tiene el palio ni el anillo que son símbolos del poder, puesto que él falleció sin tenerlos tras su renuncia hace 10 años, pero sí es muy significativo que tenga entrelazado un rosario entre sus manos para mostrar su cadáver.