Día de muertos: en este pueblo limpian los huesos de sus parientes fallecidos y los dejan tomar el sol
Durante el proceso, las familias deben hablar con los restos de sus seres queridos y disculparse si, en algún momento, dejaron de visitarlos.
Noticias RCN - AFP
11:03 a. m.
Antes del Día de muertos, que las familias mexicanas celebran el 2 de noviembre con profunda devoción, en Pomuch, un pequeño poblado con no más de 10.000 habitantes, a hora y media de Mérida (Yucatán), locales acostumbran sacar los huesos de sus parientes fallecidos en el cementerio, limpiarlos y dejarlos sobre un paño blanco para que “tomen el sol”.
La tradición se realiza año a año, tras el tercer aniversario de muerte de los habitantes de Pomuch, para asegurarse de que la materia orgánica se ha descompuesto en su totalidad.
Hay quienes limpian hasta 10 familiares en una jornada y los que no pudieron hacerlo el año anterior se disculpan con sus parientes fallecidos, con quienes deben hablar de manera constante durante las labores de aseo.
El paño blanco, según declaraciones recogidas por la agencia AFP, simboliza la ropa de las almas, que se renueva cada año, antes de devolver los restos a su lugar en el cementerio.
Los niños pierden el miedo a la muerte dese temprana edad para seguir la tradición:
Días antes al día de muertos, Carmita fue acompañada junto con toda su familia, incluyendo a su pequeña hija de ocho años, a limpiar los huesos de su suegra, una tradición que, espera, su hija mantenga una vez ella muera:
"No quiero que me cremen, quiero que me entierren así y que me saquen mis huesitos", manifestó con inmensa convicción y es que, de acuerdo con las creencias que adoptó de su familia, dese temprana edad, los muertos los visitan y sienten paz cuando sus restos reciben un tratamiento especial:
"Es una tradición que nuestros padres nos han enseñado (…) Se siente como si (los muertos) estuviesen acá", insistió, en medio de un cementerio que, por la celebración del día de muertos, parece exhibición de restos óseos, aunque con la esperanza y alegría del reencuentro en el aire.