Blinken vuelve a China para presionar a Pekín por su apoyo a Rusia, pero preservando la estabilidad

Antony Blinken, el secretario de Estado de EE. UU., aterrizó en China con la misión de presionar a Pekín por su apoyo a Rusia sin perjudicar el proceso de estabilización en las relaciones bilaterales entre ambas potencias.

Esta es su segunda visita en el último año, con un enfoque renovado en temas críticos como Taiwán y las prácticas comerciales chinas.

El avión de Blinken tocó tierra en Shanghái, la capital financiera de China, donde el secretario de Estado tiene una agenda de encuentros programados con estudiantes y empresarios locales. Posteriormente, se trasladará a la capital para sostener reuniones con altos funcionarios del país asiático.

Antes de su llegada a territorio chino, Antony Blinken reiteró las denuncias de Estados Unidos sobre el presunto "genocidio" contra la minoría uigur en la región occidental del país. Este tema es probable que sea abordado durante las conversaciones entre Blinken y sus homólogos chinos.

EE. UU. insta a moderación de China hacia la isla

Durante su estancia en China, se espera que Blinken aborde varios asuntos de importancia estratégica. Uno de ellos es la situación en Taiwán, que se prepara para investir a un nuevo presidente en mayo.

Blinken tiene previsto expresar las preocupaciones de Washington sobre las prácticas comerciales chinas, un tema relevante bajo la administración de Joe Biden, especialmente en un año electoral.

La postura de Estados Unidos busca un equilibrio entre la competencia económica y la protección de sus propios intereses nacionales.

Asimismo, Estados Unidos busca recalcar la necesidad de moderación por parte de China en sus acciones hacia la isla.

Estados Unidos tomará medidas para proteger sus intereses

Además de abordar cuestiones económicas y políticas, Blinken aspira a estabilizar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y China, las cuales han experimentado tensiones desde su última visita en junio del año anterior.

A pesar de los desafíos, se busca evitar un deterioro aún mayor en las relaciones entre las dos potencias mundiales.

Un alto cargo estadounidense informó que las circunstancias actuales son diferentes a las del año pasado, cuando la relación bilateral estaba en uno de sus puntos más bajos en la historia reciente. Sin embargo, también indicó que Estados Unidos no renunciará a tomar medidas para proteger sus intereses nacionales.

Por otro lado, Washington ha expresado su preocupación por el apoyo de China a Rusia, especialmente en el suministro de material y tecnología industrial, a pesar de no brindar asistencia militar directa.