En Estados Unidos recuerdan el caso del niño inocente que fue condenado a pena de muerte
En 2014, 70 años después de ser condenado en la silla eléctrica, George Stinney fue declarado inocente.
Noticias RCN
01:40 p. m.
Con 14 de edad, George Stinney entró a la historia de Estados Unidos al ser la persona más joven en haber sido condenado a pena de muerte, pero su caso generó indignación y 70 años después volvió a ser tema de discusión.
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Sus supuestas víctimas fueron las pequeñas Betty June Binnicker y Mary Emma Thames, de 11 y 7 años, respectivamente. Ambas fueron encontradas sin vida en el tren de Alcolu, California del Sur, en marzo de 1944. Las menores habían salido a dar un paseo en bicicleta y pasaron por una zona que era conocida por ser habitada por personas de personas negras.
En consecuencia, la Policía culpó a George por supuestamente haber sido la última persona que vio a Binnicker y Thames con vida. El menor fue trasladado a una estación, en la que pasó horas sin tener la posibilidad de comunicarse con sus familiares.
En su declaración, Stinney habría confesado su culpabilidad, según los reportes de la policía, sin embargo, nunca se presentó una prueba escrita que documentara tal confesión.
El niño de 14 años fue llevado a juicio. Su abogado de oficio era blanco, al igual que los jurados, por lo que no hizo mucho para defender a su apoderado, pues no llamó a testigos ni tampoco se molestó en alegar las acusaciones, por lo que George fue condenado a silla eléctrica en una audiencia que no duró más de un día.
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Un buen grupo de ciudadanos salió a las calles para protestar la injusticia que se estaba cometiendo, pero Oli Johnston, gobernador del estado, respaldó la condena: "No creo que alguien que fue declarado culpable de un asesinato deba ser exonerado".
El 10 de junio de 1994, George Stinney se sentó en la silla, acomodado con libros debido a que su pequeña altura no se ajustaba a los cables eléctricos, y fue ejecutado en medio de una abundancia de irregularidades en el proceso.
La familia del pequeño huyó de la ciudad debido a amenazas en su contra y un tiempo después, empezó a luchar en los estrados judiciales para limpiar a George de cualquier responsabilidad de un asesinato.
Increíblemente, la demanda dejó resultados solo hasta el 2014, cuando la Jueza Carmen Tevis Mullen argumentó que habían serios errores procesales y sin ocultar su asombro.
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“No creo que alguien que fue declarado culpable de un asesinato deba ser exonerado (...) la Policía actuó de manera indebida, no conforme a los códigos y procedimientos penales", declaró la magistrada en su fallo.
El caso volvió a ser desempolvado en pleno 2021 debido a que en Carolina del Sur fue aprobada la ejecución por fusilamiento. Los que rechazan la decisión recuerdan lo ocurrido con George Stinney y apelan a lo ocurrido 70 años atrás para evitar una grave injusticia.