España condenó asalto de embajada en México y captura de Jorge Glas
Para España, la entrada por la fuerza en la Embajada de México en Quito supone una violación de la Convención de Viena.
Noticias RCN
07:29 a. m.
España condenó este domingo 7 de abril el asalto de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, y llamó al respeto del derecho internacional.
“La entrada por la fuerza en la Embajada de México en Quito supone una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
“Hacemos un llamamiento al respeto del derecho internacional y a la concordia entre México y Ecuador, países hermanos de España y miembros de la Comunidad Iberoamericana”, añadió.
¿Qué establece la convención de Viena?
La Convención de Viena de 1961, que rige las relaciones diplomáticas entre naciones, establece que los edificios diplomáticos o consulares "serán inviolables". Pero también dice que los locales no deben utilizarse de manera incompatible con las funciones diplomáticas y consulares.
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Es necesario mencionar que Glas, requerido por la justicia de su país, por cargos de corrupción, se refugiaba en la sede diplomática mexicana desde diciembre.
Imágenes del viernes 5 de abril muestran uniformados ecuatorianos armados y con un ariete frente a la embajada. Al menos uno de ellos escaló el enrejado que rodea el edificio para ingresar y detener a Glas, a quien México concedió asilo.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, calificó el asilo otorgado por México a Glas de “ilícito” y defendió el operativo de las fuerzas de seguridad, alegando un "abuso de las inmunidades y privilegios" concedidos a la misión diplomática.
¿Quién es Jorge Glas?
Jorge Glas de 54 años, es exvicepresidente de Ecuador e ingeniero de profesión. Su trayectoria política ha estado envuelta en condenas e imputaciones de corrupción que él denuncia como una persecución política.
En el 2017 fue condenado a ocho años de prisión por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. En ese momento, actuaba como vicepresidente de Lenín Moreno, que había sido elegido en mayo de ese año para suceder a Correa.