"Estado de derecho": la promesa de los nuevos dirigentes de Siria tras salida de al Asad
Tras la salida de Bashar al Asad del poder en Siria luego de varias décadas, ya hay anuncios desde los nuevos gobernantes
Noticias RCN - AFP
09:11 p. m.
Los nuevos dirigentes de Siria prometieron este 12 de diciembre instaurar un "Estado de derecho" tras años de abusos bajo el presidente Bashar al Asad, derrocado en una ofensiva relámpago liderada por islamistas.
Un portavoz del gobierno sirio, Obaida Arnaut, aseguró el jueves a AFP que los nuevos dirigentes quieren instaurar un "Estado de derecho". "Todos los que cometieron crímenes contra el pueblo sirio serán juzgados conforme a las leyes", dijo.
Después de una operación fulgurante de 11 días, una coalición de movimientos rebeldes dominada por el grupo sunita radical Hayat Tahrir al Sham (HTS) tumbó el domingo a Al Asad, que huyó a Rusia.
La preocupación por las minorías en Siria que no están alineados con los rebeldes
La comunidad internacional está preocupada por el trato que estos gobernantes puedan dar a las numerosas minorías que viven en Siria y varios países han pedido un gobierno "inclusivo".
El G7, que reúne a las principales potencias occidentales, hizo saber que apoyará un gobierno "inclusivo" y exigió que respete los derechos de las mujeres y las minorías.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, viajó a Jordania y Turquía para abordar la nueva situación en el país, arrasado y dividido tras 13 años de guerra, e hizo también un llamado a una "transición inclusiva".
El parte de tranquilidad por parte del primer ministro sirio recientemente nombrado
Para calmar los temores de la comunidad internacional, el primer ministro sirio, Mohamad al Bashir, nombrado hasta el 1 de marzo, quiso mostrarse tranquilizador.
"Garantizaremos los derechos de toda la población y de todas las confesiones en Siria", prometió en una entrevista al diario italiano Corriere della Sera publicada el miércoles.
Bashir también instó a los millones de sirios en el exilio a volver para "reconstruir" el país, de mayoría árabe sunita, pero donde cohabitan numerosas comunidades étnicas y religiosas.