Exdirigente chino Bo Xilai es condenado a cadena perpetua
El ex miembro del Partido Comunista de China (PCCh) fue condenado el mes pasado por corrupción y abuso de poder.
Noticias RCN
oct 25 de 2013
11:55 a. m.
11:55 a. m.
El que fuera una de las estrellas de la política china, Bo Xilai, conoció sucesivamente una ascensión política fulgurante y una caída aún más espectacular, sellada con una condena a cadena perpetua.
Aspirante a las más altas funciones, Bo hizo una última aparición pública hoy, escoltado por dos policías más altos que él y mostrando una sonrisa ligeramente irónica, ante la corte popular superior de la provincia de Shandong (este de China).
La corte confirmó en apelación la pena de cadena perpetua que le fue impuesta el mes pasado por "malversación de fondos, corrupción y abuso de poder".
La decisión es el golpe de gracia para este hombre de 64 años, ex miembro del poderoso Buró político del Partido Comunista de China y exjefe del partido en la gigantesca metrópolis de Chongqing (suroeste), que ahora pasará el resto de su vida en un centro penitenciario reservado a la élite del Partido caída en desgracia.
Bo Xilai es el responsable político más alto que ha comparecido ante la justicia desde la condena en 1998 del ex alcalde de Pekín Chen Xitong y, en 2008, del exregidor de Shanghai Chen Liangyu, ambos por corrupción.
Una caída fulminante
La carrera política de este carismático sexagenario terminó brutalmente a principios de 2012, cuando el jefe de policía Wang Lijun, su entonces brazo derecho, se refugió en un consulado estadounidense y reveló un crimen y otros actos delictivos cometidos en Chongqing, la metrópolis que a la sazón dirigía Bo.
La brutal caída en desgracia de un dirigente a priori destinado a las más altas funciones en el equipo dirigente de la segunda potencia mundial, tuvo el efecto de una onda expansiva en el aparato comunista y en el país.
Nacido en julio de 1949, tres meses antes de la instauración de la República Popular China, su padre fue Bo Yibo, un destacado revolucionario en la guerra civil contra los nacionalistas del Kuomintang y la invasión japonesa.
El exministro y el resto de su familia fueron encarcelados por las ideas del padre. Su madre murió debido a una paliza durante aquellos años.
Bo se unió oficialmente al Partido Comunista en octubre de 1980, durante sus años de estudios en la Academia de Ciencias Sociales, donde se graduó en periodismo.
Exdirigente de las metrópolis de Dalian (nordeste) y Chongqing, Bo tomó las riendas del ministerio de Comercio en 2004, donde se forjó una reputación de negociador firme pero moderno, hablando bien en inglés.
Con el excelente desempeño de las exportaciones chinas, Bo fue ascendido en 2007 al Buró Político del Partido Comunista.
Pero fue en Chongqing donde se convirtió en secretario del partido. En unos pocos años, el que comenzó a ser conocido como el "Kennedy chino", logró convertir esta ciudad en un importante centro económico.
Este avance económico estuvo acompañado de una cruzada contra la corrupción con miles de arrestos y juicios "antimafia", una operación fuertemente criticada por defensores de los derechos humanos.
El influyente Bo trató también de revivir en Chongqing el ideal revolucionario de Mao, poniendo en marcha una campaña de propaganda de rehabilitación de los valores maoístas más "retros".
Para el experto Patrick Chovanec, Bo Xilai "irritó" con su estilo atípico, "muy abierto". "La mayoría de líderes chinos no se comportan así", sostiene Chovanec.
AFP