Frida Sofía, el nombre que une a México en torno a la esperanza

Más de un centenar de rescatistas y militares centran sus esfuerzos en localizar con vida a niños en el colegio Enrique Enrique Rébsamen, centro educativo que fue destruido por el terremoto que azotó a México el martes pasado.

"Sabemos que hay una niña con vida al interior (de la escuela destruida), lo que no sabemos es cómo llegar a ella (...) sin riesgo de colapso y sin que no se arriesgue al personal" de rescate, dijo a la cadena Televisa el almirante José Luis Vergara, quien coordina el rescate.

De acuerdo a la información oficial, hay al menos tres niños atrapados bajo los muros y techos caídos de ese colegio que fueron ubicados por los llamados "topos", los míticos rescatistas expertos de México, quienes utilizaron una cámara en miniatura ubicada en una delgada sonda para confirmar la presencia de la menor. De momento se sabe que son tres niños, que están vivos y ya lograron hidratarlos.

El principal problema que han tenido que afrontar los organismos de socorro es que al mover los pesados bloques de concreto, existe el peligro de que la estructura colapse del todo, es por eso el operativo se ha tornado tan complejo.

Pese a que, al parecer Frida Sofía no sería el nombre real de la menor que se encuentra atrapada en los escombros del Colegio Rébsamen y a que así se ha convertido en el símbolo de la fe de un pueblo en medio de la tragedia, lo que ahora importa es rescatarla, así como a otros niños que estarían atrapados en las ruinas.

Los equipos de detección térmica dan señales de vida bajo las toneladas de concreto y las oraciones se unen a los esfuerzos de rescatistas y voluntarios que dan, con mucha precisión, cada paso entre las ruinas.

Ante la incertidumbre del nombre de la menor, también está el incierto paradero de los padres de la niña y de otros seres queridos de los estudiantes, pues se desconoce si también fueron víctimas del terremoto.

De momento, alrededor del colegio todos dicen sentirse familia de aquellos que permanecen atrapados entre los escombros que dejó el movimiento telúrico que sacudió al país manito el pasado martes.