“Hay dinero, pero no hay comida”: testimonio de un colombiano en China sobre las medidas extremas

Ernesto Treviño, un colombiano que vive hace doce años en China, ha vivido el proceso desde el inicio de la pandemia, y las diferentes políticas que adopta el Gobierno del país asiático para enfrentar el rebrote, con unas cifras actuales iguales a las registradas en 2020.

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“En Shanghái se les salió de las manos el covid-19 porque las personas no se vacunaron”, le dijo el caleño a Noticiasrcn.com, sobre la situación del centro financiero de China. Allí, el endurecimiento de las medidas aumenta con los días, en confinamientos masivos a millones de personas, y recientemente se conoció la construcción de unas vallas de dos metros de altura, para evitar que las personas salgan de sus urbanizaciones.

Seguimiento del Gobierno chino a la población

Según el testimonio, las autoridades hacen un seguimiento riguroso a los ciudadanos por medio de aplicaciones obligatorias, que deben tener descargadas en sus celulares y realizar una actualización constante, al ingresar a cualquier establecimiento se debe verificar que la persona realice el registro en la plataforma. Esta aplicación ha sido bastante cuestionada porque está conectada directamente a la simcard del celular y las autoridades tienen acceso a la ubicación de toda la población.

De esta manera, cuando se detecta algún caso se ordena el aislamiento preventivo de todas las personas que tuvieron contacto con el infectado, por esto se deben los confinamientos masivos, que pueden ir desde edificios hasta barrios completos, donde se restringe el ingreso y la salida de personas, y además un testeo obligatorio casi diario e indeterminado hasta demostrar 3 pruebas consecutivas negativas.

“En Shanghái tienen un montón de bodegas y centros comerciales adaptados para aglomerar a los contagiados, donde encierran hasta los que no son enfermos de gravedad, incluso a los asintomáticos”, afirma el colombiano sobre los centros de recuperación instalados para llevar a los pacientes de coronavirus, “es un montón de gente acumulada en camas tipo militar, el que no está enfermo se enferma ahí”.

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Las quejas de la población aumentan y aseguran que China se niega a adaptarse al virus, como sucede en otros países occidentales, incluso han calificado como “una cuestión de honor” la política de ‘tolerancia cero’ ante el covid-19, pues aseguran que el Gobierno chino busca mostrar al mundo su esfuerzo por acabar con el virus en su territorio, sin tener en cuenta las afectaciones a la población.

Crisis social por confinamientos

Además del importante impacto económico en Shanghái, la crisis social aumenta por la poca cobertura alimentaria que hay, con el bloqueo de las urbanizaciones los ciudadanos han recurrido al truque de alimentos entre ellos, debido a que el ingreso de los suministros del gobierno no es suficiente para cumplir las necesidades de la población, "hay dinero, pero no hay comida, las persona están desesperadas".

Por otra parte, el país presenta un aumento en los casos de suicidios, para muchos ligados a las severas políticas anticovid. En redes sociales se han publicado videos donde se puede observar a personas cansadas del confinamiento saltar de los balcones de sus edificios, y otras decenas de personas gritando desesperadas cada noche.

Ante una posible crisis de salud mental debido a la pandemia, la psicóloga María Cecilia Sarmiento asegura que se han generado impactos inesperados como consecuencia del estrés psicosocial, el cambio abrupto de las rutinas familiares, sociales, laborales, y en otros casos debido a la soledad de muchas personas por estas restricciones. Incluso hay estudios que aseguran que las personas sometidas a cuarentenas son más propensas a presentar estrés agudo o postraumático.

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Sin embargo, la psicóloga advierte que las conductas de suicidio no pueden tratarse desde una perspectiva general, sino deben ser analizadas de una forma singular asociada a diferentes trastornos mentales, por esto es necesario, mucho más en esta época, concentrar los esfuerzos en la medicina preventiva, e incluir dentro del plan de salud integral, la salud mental.