La historia del único ucraniano que sobrevivió a una captura masiva por tropas rusas

Bucha, tras la invasión rusa, Foto: / AFP

De un grupo de ucranianos capturados por las tropas rusas, solo un hombre sobrevivió al hacerse pasar por muerto.


Noticias RCN

jul 11 de 2022
12:58 p. m.

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Ucrania y distintos países occidentales acusan a Rusia de cometer “crímenes de guerra” y “masacres” en la localidad de Bucha, tras el hallazgo de decenas de cadáveres en la región de Kiev, uno de los primeros objetivos de la invasión rusa.

El 27 de febrero Bucha sufrió la devastación de la guerra en medio de los ataques y bombardeos de las Fuerzas Militares de Rusia, luego de constantes combates y a poco más de un mes, la ciudad logró liberarse, pues las tropas rusas decidieron retirarse.

Los primeros descubrimientos en ese momento estremecieron al mundo, las imágenes de decenas de cuerpos de civiles abandonados en las calles eran solo una muestra de la difícil situación que atravesó la ciudad.

Durante la ocupación rusa más de 4.000 personas quedaron atrapadas en Bucha y muchas de ellas no lograron sobrevivir. Ivan Skyba, un ucraniano capturado por los rusos recuerda cómo sobrevivió entre los muertos, literalmente.

De cara a la guerra

Cuando Rusia inició su avanzada militar en Ucrania, Ivan Skyba, taxista y padre de cuatro hijos, escuchó por su radio que todos los carros debían volver a la base, y supo que debía huir de la guerra, para esto necesitaba los pasaportes de su familia, así que mientras ellos se resguardaban en otra localidad donde la madre de su esposa, Ivan condujo 40 km entre Bucha yBrovary, donde vivían y regresó con los papeles.

Para ese momento había rumores que los rusos avanzarían hacia el Donbás, así que la familia decidió refugiarse en Bucha sin sospechar que días después misiles rusos los alcanzarían. De acuerdo con la entrevista de Ivanpara el medio BBC, la comunidad se organizaba en grupos de defensa, en refugios y sótanos.

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Allí, armados apenas con un rifle, algunas granadas y un par de binoculares, una Unidad de Defensa Territorial de Ucrania reunió los hombres de la comunidad y planeaban su protección, tras escuchar que los rusos estaban cerca.

"No había miedo. No había miedo. Había un deseo de unirnos, de juntarnos. Estábamos de pie todo el tiempo. En horas fuera de servicio, distribuíamos comida alrededor de los sótanos a quienes se refugiaban allí, las mujeres y niños.No había tiempo para tener miedo", relató el hombre.

Tras un intento frustrado de tomar Bucha, donde los soldados rusos debieron retirarse ante los combates en una zona aledaña con los militares ucranianos, días después la operación regresó con más fuerza y en una emboscada sorpresa logró penetrar la ciudad y tomar el control absoluto.

Ivan relata cómo los misiles tocaban tierra y destruían autos con civiles dentro, fue testigo de cómo una mujer y sus hijos quedaron en llamas en la calle cerca a su base de defensa.

Con el asedio de las Fuerzas Militares rusas los 9 hombres decidieron esconderse, sin mucho éxito posteriormente se encontraban rodeados.

"Podíamos oírlos a ellos y el movimiento de su equipamiento. Estábamos rodeados", recuerda Ivan.

En medio del temor de lo que podía suceder, sus compañeros enviaron mensajes de texto a sus familias, para la mayoría fue su última comunicación con sus seres queridos.

Horas después los rusos irrumpieron al lugar, Ivan recuerda que les confiscaron armas y celulares y los trasladaron hacía una calle cercana, en medio de maltratos y golpes. Estaban siendo acusados pertenecer a los combatientes de Bandera (un grupo de nacionalista antisoviético en la Segunda Guerra Mundial).

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Para intimidarlos y buscando su confesión, los soldados le dispararon a uno de los 9 hombres, un hombre trabajador de una tienda cooperativa, y el más joven de ellos entró en pánico y declaró que hacían parte de una Unidad de Defensa Territorial.

Esta confesión desató todo tipo de maltratos y presiones para obtener información de dichas unidades de defensa, fueron interrogados uno por uno y torturados. Ivan escuchaba disparos y ya no percibía las voces de sus compañeros.

"Los rusos comenzaron a hablar entre ellos sobre lo que harían con nosotros. La conversación fue la siguiente: '¿Qué haremos con ellos?' El segundo hombre dice: 'Acaba con ellos, pero sácalos para que no estén tirados aquí'".

A pocas horas de la emboscada quedaban poco de ellos con vida, y fueron trasladados a una calle cercana. Allí según Iván, se dieron sus últimas palabras con sus compañeros, entre ellos el padrino de su hija. "Nos despedimos. Eso fue todo", intercambiaron los hombres.

De acuerdo con su relato, uno de ellos decidió escapar y en respuesta los soldados abrieron fuego en contra de todos los ucranianos. "Sentí que una bala me entraba en el costado", recuerda Ivan. "Me hirió y me caí".

Sobrevivir entre los muertos

Allí, con todos sus conocidos muertos en el piso y entre sus cadáveres, Ivan seguía respirando, relata que el frío era tan intenso que sus respiros eran escasos mientras los militares revisaban que todos estuvieran muertos. Minutos después escuchó cada vez más lejos las voces de los soldados.

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Su travesía hasta ahora empezaba, Ivan logró ingresar a una casa cercana, herido y en búsqueda de ropa. Para su mala suerte se encontró con otros soldados rusos que descansaban en esta casa, pero logró convencerlos de ser el dueño de la casa y estar refugiado.

Logró ubicar una base de médicos de combate y trató sus heridas, se ocultó entre los civiles que serían evacuados de la ciudad, y abandonó lo que quedaba de Bucha, huyendo del horror de la guerra entre ruinas y cadáveres, para reencontrarse con su familia, quienes seguían escondidas en casa.

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