Los cinco aspectos poco conocidos sobre Felipe de Edimburgo

Foto: AFP.

El duque de Edimburgo, quien pasó más de 70 años junto a la reina Isabel II de Inglaterra, era principalmente conocido por 'no morderse la lengua'.


Noticias RCN

abr 09 de 2021
07:26 a. m.

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El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, será recordado por lealtad a la reina Isabel II de Inglaterra, de quien fue sombra por más de 70 años, por sus comentarios políticamente incorrectos, por afición a la pintura y a las carreras de carruajes de caballos.

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A continuación, los cinco aspectos poco conocidos del príncipe consorte, quien falleció este viernes 9 de abril de 2021 a los 99 años.  

1. Sacrificios por su reina

Casarse con la princesa Isabel no fue un asunto sencillo; Felipe tuvo que hacer varios sacrificios para contraer matrimonio con la futura monarca del Reino Unido en 1947.

Lo primero fue que renunció a su título de príncipe de Grecia y Dinamarca, para así poder tomar la nacionalidad británica y convertirse en duque de Edimburgo poco antes de su boda. En 1957 fue nombrado como príncipe de Reino Unido.

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Además, aceptó abandonar la religión ortodoxa para acoger el anglicanismo. También dejó de fumar para complacer a su entonces novia. 

Tras la muerte del rey Jorge VI, que propulsó a su joven esposa al trono en 1952, Felipe debió renunciar a su prometedora carrera como oficial de la Royal Navy.

Otro aspecto a destacar es que sus hijos no llevaron el apellido paterno.

Aunque aspiraba a ser visto como comonarca, Felipe debió resignarse a un eterno papel de secundario tras una de las mujeres más famosas del mundo.

2. ¿Sin modales?

Isabel II siempre lo describió como su "roca" y su "apoyo", pero la familia Windsor estaba lejos de la satisfacción cuando la joven princesa anunció que quería casarse con él.

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"Grosero, mal educado y sin modales", así calificaron los padres de la princesa Isabel a Felipe, según el diplomático y escritor Sir Harold Nicolson; aunque intentaron presentar a su hija a otros candidatos más conformes con el perfil que ellos deseaban, no consiguieron su objetivo.

En ese periodo tras la Segunda Guerra Mundial, la aristocracia británica se sentía incómoda con los allegados alemanes del príncipe. Sus cuatro hermanas mayores, casadas con príncipes alemanes cercanos al Reich, no fueron invitadas a su boda con Isabel. 

3. "Repollo mío"

El apodo cariñoso con que el príncipe se dirigía a su esposa se hizo público en 2006 con la película "The Queen" de Stephen Frears en la que, cuando se mete en la cama, le dice "muévete, repollo".

"Pregunté en los círculos reales y me dijeron de buena fuente que es así como el duque a veces llama la reina", explicó el guionista de la película, Peter Morgan, al diario The Times.

Este nombre afectuoso podría provenir de una traducción literal de la expresión francesa "mon petit chou" ("mi pequeño repollo"), ya que Felipe había vivido siete años en Francia durante su infancia.

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4. Frío con Carlos

Las relaciones con su hijo mayor, Carlos, nunca fueron consideradas como afectuosas o "especialmente calurosas", al punto de llegar a su nivel más bajo en 1995, según el semanario The Mail. 

Los dos hombres se habrían declarado "la guerra" tras la decisión del duque de talar 63 viejos robles en el parque del castillo de Windsor. El príncipe Carlos, ecologista convencido, habría acusado a su padre de vandalismo, según el diario.

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A menudo descrito como un padre duro y frío, cuando Carlos era un niño joven y sensible decidió enviarlo al austero pensionado escocés de Gordonstoun, cuyos rigores habrían endurecido al atlético Felipe pero resultaron un verdadero infierno para su hijo. 

5. Jinete, piloto y pintor

El duque de Edimburgo era conocido por su amor por los caballos y por las actividades ecuestres como el polo y las carreras de carruajes, un deporte en el que compitió para Reino Unido. También le gustaba escribir, pilotar aviones y tenía gran afición por los automóviles.

Sin embargo, la pasión del príncipe por la pintura era menos conocida.

Coleccionista de obras de arte, también pintaba él mismo: su obra más célebre es un cuadro de 1965 en que se ve a su esposa leyendo la prensa matutina y titulado "La reina en el desayuno, castillo de Windsor".   

NoticiasRCN.com con información de AFP

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