Más de 2.000 migrantes intentaron cruzar la alta valla que separa Marruecos y España
En mayo de 2021, más de 10.000 inmigrantes, en su mayoría marroquíes, entraron en Ceuta, el otro enclave español en el norte de Marruecos.
AFP
07:40 p. m.
Unos 2.500 inmigrantes irregulares asaltaron la alta valla que separa Marruecos y España por el enclave español de Melilla y 500 consiguieron franquearla, informó la delegación del gobierno (prefectura), sobre el intento más numeroso de los últimos años.
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"Se ha producido un salto masivo al vallado fronterizo de Melilla por un grupo formado por unos 2.500 subsaharianos", informó la delegación en un comunicado, precisando que "unos 500" lograron entrar en esta ciudad que constituye, junto a Ceuta, la única frontera terrestre entre África y la Unión Europea.
Tres guardias civiles y tres inmigrantes resultaron levemente heridos en la refriega.
La delegación del gobierno se refirió a "la gran violencia empleada por los migrantes, que iban provistos con garfios, palos y tornillería en los zapatos y que se han dedicado al lanzamiento de piedras".
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Un video difundido por medios españoles mostró una multitud avanzando corriendo por las colinas de la frontera en dirección a la alta verja tras la que está España.
La Policía española "ha neutralizado en gran parte el numerosísimo grupo de personas que ha intentado acceder a nuestra ciudad" por la zona de Villa Pilar, prosiguió el comunicado.
La frontera en Melilla consiste en una triple valla de alambre de varios metros de altura y unos 12 km de longitud. Al igual que la de Ceuta, está equipada con cámaras de video y torres de vigilancia.
En 2021, 1.092 migrantes lograron entrar en Melilla, lo que supone un descenso del 23% respecto a 2020, según datos del Ministerio del Interior español.
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En mayo de 2021, más de 10.000 inmigrantes, en su mayoría marroquíes, entraron en Ceuta, el otro enclave español en el norte de Marruecos, esta vez por mar o a través del dique que marca la frontera.
Esta llegada excepcional se produjo en un contexto de importante crisis diplomática entre Madrid y Rabat, provocada por la recepción en España, para ser tratado de coronavirus, del líder del movimiento independentista saharaui del Frente Polisario, Brahim Ghali, enemigo jurado de Rabat.