"Mi condición es muy pobre": desempleados reciben ayudas para aliviar el hambre en España

La pandemia deja millones de afectados en el mundo. A la posibilidad de contagio se suma el drama de quienes han perdido sus trabajos, en el afán por contener la crisis sanitaria.

El hambre, esa tenebrosa palabra, es hoy la más cruda realidad para cientos de habitantes en Madrid, España. No importa si son españoles, inmigrantes legales o indocumentados. El hambre acosa por igual. 

Es mediodía, el sol está picante. La larga fila para pedir comida da la vuelta a la esquina y tardará casi una hora, pero no importa. La necesidad de regresar a casa con algo es inaplazable. 

Son filas silenciosas, marcadas por la incertidumbre, con personas que hasta hace dos o tres meses tenían trabajo y cubrían sus necesidades. Ahora dependen mercados o comidas preparadas para consumo inmediato, ofrecidas por asociaciones de vecinos u organizaciones privadas. 

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No hay un número preciso de los afectados en Madrid y otras ciudades españolas. Pero por estos días, estas organizaciones en la capital española reportan que se ha tripiclado la demanda de familias que ya no tienen ingresos, ni ahorros ni alimentos. 

"Es darle el alimento más fuerte del día", aseguró una de las organizadoras de la entrega de comida.

Tan solo en esta sede de la fundación Altius ayudan con mercados semanales a 5.000 personas de 1.800 familias. Son raciones básicas para sobrevivir hasta cuando vuelva a ser día de reclamar algo más de comida. 

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"Nos estan ofrenciendo una ayuda de comida, de alimentación", explicó Myriam Araque, inmigrante venezolana.

Niños y adultos en cada casa de estas personas, dependen de estas bendiciones vestidas de caridad.