ONG distribuyó accidentalmente dulces con metanfetamina en obra de caridad

La Policía de Nueva Zelanda ha iniciado una investigación tras descubrir que una organización benéfica, sin saberlo, distribuyó caramelos contaminados con una “dosis potencialmente letal” de metanfetamina en paquetes de alimentos.

Los dulces, que parecían inofensivos caramelos de piña, fueron entregados por la Auckland City Mission, una ONG, dedicada a ayudar a los más necesitados, que desconocía por completo la adulteración.

ONG distribuyó por error dulces con metanfetamina

El martes 13 de agosto en horas de la tarde, la Policía neozelandesa emitió un comunicado urgente informando que se había iniciado una investigación sobre la distribución de caramelos de piña de la marca Rinda, que contenían una "dosis potencialmente letal" de metanfetamina.

Estos dulces fueron entregados sin saberlo por la Auckland City Mission, una organización benéfica conocida por su labor en la asistencia a personas desfavorecidas, en paquetes de alimentos distribuidos en varias zonas de Auckland en las últimas semanas.

El inspector Glenn Baldwin, quien lidera la investigación, explicó en una rueda de prensa que la alarma inicialmente se disparó cuando al menos tres personas, entre ellas dos menores, tuvieron que recibir atención médica tras consumir los caramelos. Al momento ninguno de los afectados ha requerido de hospitalización.

Nos encontramos ante un caso sumamente preocupante, y nuestra prioridad es localizar todos los caramelos contaminados lo más rápido posible.

Asimismo, aseguró que temen que este incidente sea parte de una nueva estrategia utilizada por narcotraficantes para introducir drogas en el país, escondiéndolas en productos alimenticios que, a simple vista, parecen inocuos.

Caramelos con droga fueron donados como obra de caridad en paquetes de alimentos

El origen de estos caramelos contaminados ha sido identificado: fueron donados a la Auckland City Mission por un individuo no identificado, que los entregó en un paquete sellado de tamaño comercial.

La ONG, que comentó que sigue un estricto protocolo al aceptar donaciones de alimentos manufacturados, no sospechó de la presencia de la droga en los caramelos y procedió a incluirlos en los paquetes de alimentos que distribuye regularmente a las personas en situación de vulnerabilidad.

Al mismo tiempo, en el comunicado entregado mencionaron que la primera señal de alarma les había llegado cuando un destinatario de uno de los paquetes de alimentos contactó a la organización expresando preocupación por el "extraño sabor" de los caramelos.

Ante esta queja, la Auckland City Mission decidió enviar los caramelos a la Fundación Antidrogas de Nueva Zelanda para su análisis y allí los resultados confirmaron que los dulces contenían niveles de metanfetamina que podrían haber sido fatales si se consumían en su totalidad.

Helen Robinson, directora de la Auckland City Mission, expresó su consternación:

Estamos profundamente devastados por lo ocurrido. Dependemos de la generosidad del público para ayudar a quienes más lo necesitan, y el hecho de que alguien haya podido poner en riesgo la vida de las personas a las que servimos es algo que nos parte el corazón.

Robinson aseguró que desde el momento en que se conoció la situación, la organización ha estado trabajando incansablemente para contactar a todas las personas que podrían haber recibido los caramelos contaminados, emitiendo advertencias en redes sociales y colocando carteles en sus instalaciones.

Hasta ahora, la Policía ha logrado recuperar 16 de los paquetes de alimentos que contenían los caramelos contaminados, pero se estima que entre 300 y 400 paquetes fueron distribuidos antes de que se descubriera la situación.