Por creer que están malditos, niños discapacitados son asesinados en Kenia
La brujería y la ignorancia juegan un papel fundamental en el rechazo familiar y social que genera la discapacidad.
Noticias RCN
11:41 a. m.
Priscila Rodríguez, directora asociada de la ONG Disability Rights Internacional (DRI), explicó que “todas las mujeres aseguraron que es común que los padres sean presionados para que maten a sus bebés con discapacidad e informaron que los infanticidios son habituales”.
Después de dos años de investigación, la DRI ha entrevistado a 90 madres en Kenia, quienes a pesar de la presión social no quisieron asesinar a sus bebés.
Del total de mujeres entrevistadas en la ciudad de Nairobi, el 37% confirmó haber recibido presiones, mientras que en las áreas rurales este porcentaje aumenta hasta el 54%.
La brujería y la ignorancia juegan un papel fundamental en el rechazo familiar y social que genera la discapacidad.
Eric Rose, director de DRI, aseguró en su cuenta de Twitter que " en Nairobi con madres valerosas de niños con discapacidades. @DRI publicando hoy un informe sobre en infanticidio de niños con discapacidades.
Es una creencia común que estos niños están malditos, embrujados o poseídos y también suele asumirse que, si el primogénito nace con una discapacidad, el bebé debe morir para que los padres puedan tener otros hijos sanos.
En más de la mitad de las entrevistas las madres expresaron sentirse solas y tristes por el rechazo que sufren los menores, quienes no pueden asistir a la escuela ni los dejan jugar con otros niños por miedo que “los contagien”.
La investigación no concreta el porcentaje de madres que efectivamente acaban con la vida de sus bebés discapacitados, puesto que la mayoría de los casos de infanticidio no llegan a conocimiento de las autoridades.
DRI visitó orfanatos diferentes de Kenia, donde muchos de estos menores son acogidos tras el rechazo de sus primogénitos.
Rodríguez recuerda que “encontramos una instalación donde había 500 niños hacinados en varias habitaciones y pasillos inmundos, un niño mayor protegía la puerta con un machete y un látigo para evitar que escaparan”.
En estas visitas se documentó numerosos casos de hacinamiento, maltrato físico, malnutrición y negligencia médica.
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