Casi 500 manifestantes fueron detenidos en jornada de protestas en Francia convocada por "Bloqueemos todo"
Los activistas también criticaron que el Gobierno Macron quiera eliminar dos días de fiesta.
Noticias RCN
02:33 p. m.
Cerca de 175.000 manifestantes se tomaron las calles de las principales ciudades en Francia, este miércoles 10 de septiembre, tras ser convocados por el movimiento "Bloquons Tout" (“Bloqueemos todo”, en español) en protesta por el recorte al gasto público en 44.000 millones de euros, para controlar el déficit nacional, y la eliminación de dos días festivos.
Siguiendo los pasos del movimiento de los “Chalecos amarillos”, los franceses se amotinaron para bloquear las vías principales del país y generar disturbios en los que vehículos del transporte público y contenedores de basura fueron incinerados.
Sin embargo, el despliegue de 80.000 miembros de la Policía, evitó, desde temprano en la mañana, que vías principales como el Boulevard Périphérique o la carretera de circunvalación en París fueran paralizadas.
Francia registró casi 500 detenciones en la jornada de protestas de “Bloqueemos todo”
Las autoridades francesas indicaron que al menos 470 manifestantes fueron detenidos en algunos de los 700 puntos de protesta que el sindicato de la Confederación General del Trabajo (CGT) tenía previstos para la jornada.
Su propósito de paralizar Francia estuvo lejos de cumplirse, pero nuevas protestas se esperan el día 18, por la huelga general convocada por los sindicatos.
Nuevo primer ministro de la administración Macron tendrá que sacar adelante el impopular recorte al gasto público:
Mientras “Bloqueemos todo” intentaba generar inestabilidad en el país, en el palacete de Matignon, en París, Sébastien Lecornu tomaba posesión como nuevo primer ministro de Francia, en una ceremonia a la que asistió su antecesor, François Bayrou.
Lecornu es el tercer primer ministro de la segunda administración de Macron y, mientras asumía el cargo, el conservador Bruno Retailleau fue primer ministro interino y llegó a catalogar las protestas del miércoles como “un movimiento confiscado por la extrema izquierda", que pretendía crear un clima de insurrección, instrumentalizando a los franceses.
"Tenemos, de hecho, pequeños grupos que son experimentados, móviles, a menudo con máscaras y capuchas, vestidos de negro, que en realidad son los signos reconocidos, el ADN, de movimientos de extrema izquierda y ultraizquierda”, precisó.