¿Qué sigue tras el histórico acuerdo firmado entre Israel y Hamás?
Persisten dudas sobre la entrega de armas por parte de Hamás, el papel de Netanyahu y el futuro político de Israel.
El reciente acuerdo firmado entre Israel y Hamás marcó un punto de inflexión en Medio Oriente tras dos años de enfrentamientos. El pacto, alcanzado con mediación de Estados Unidos y bajo la gestión de Donald Trump, ha sido presentado como un logro diplomático sin precedentes.
Sin embargo, a un día de su anuncio, los analistas coinciden en que el verdadero reto apenas comienza.
Las dificultades para verificar los compromisos, las tensiones internas en Israel y la fragilidad de la tregua alimentan la incertidumbre sobre lo que vendrá en los próximos días.
¿Qué desafíos vienen tras la firma del acuerdo entre Israel y Hamás?
Durante La Mesa Ancha de Noticias RCN, los panelistas analizaron el alcance del acuerdo y los desafíos que enfrenta su implementación.
El debate se centró en tres ejes principales:
- El papel de Estados Unidos
- La situación política de Israel
- La capacidad real de Hamás para cumplir con lo pactado.
Luis Felipe Henao, exministro de Vivienda y uno de los invitados, destacó que el acuerdo “demuestra que Estados Unidos vuelve a tener un liderazgo mundial” y que esta mediación representa una lección sobre la diferencia entre los discursos simbólicos y los resultados concretos. Sin embargo, pidió cautela:
Ahorita toca empezar, y es una gran noticia, pero hay que tomarla con mucha calma, porque ahora vienen temas muy difíciles, y es la verificación del acuerdo. Hoy ya nos encontramos que tres palestinos que pasaron de la primera línea amarilla que se fijó fueron ultimados por fuerzas israelíes. Ese proceso de verificación va a ser un proceso muy difícil.
Él mencionó que, aunque el acuerdo fue posible, su cumplimiento dependerá de una supervisión constante, pues la situación sobre el terreno sigue siendo inestable.
Por su parte, el analista Julio Iglesias resaltó que este pacto “solidifica la posición internacional de Donald Trump”, al lograr un entendimiento que parecía imposible semanas atrás.
A uno puede no gustarle el estilo ni las ideas de Trump, pero la realidad es que hace veinte días esto parecía absolutamente imposible.
Él recordó que durante dos administraciones estadounidenses, la de Joe Biden y ahora la de Trump, se intentó poner fin al conflicto sin éxito.
No es fácil generar confianza entre Israel y Palestina, especialmente con Hamás, con tantas heridas profundas. Pero Trump, con su estilo confrontacional y de presión constante, consiguió resultados.
La entrega de armas de Hamás pone en duda la paz en Medio Oriente
Aun así, los analistas advirtieron que lo más complicado está por venir: la entrega de armas de Hamás.
Israel no aceptará una paz definitiva si Hamás no entrega sus misiles y su capacidad operativa. Ese será el punto crucial
Otro aspecto abordado fue la situación interna de Israel y el futuro político de Benjamin Netanyahu. Según Henao, el primer ministro israelí se vio obligado a firmar:
Ya si no lo desarrollaba, iba a perder su apoyo más importante, que es Estados Unidos. Para Estados Unidos era fundamental no perder a su aliado principal en Medio Oriente. Israel pasó de ser víctima a ser victimario ante la opinión internacional, y las órdenes de captura contra Netanyahu por parte de la Corte General Internacional lo estaban aislando totalmente.
El exministro también explicó que el acuerdo busca evitar ese deterioro político y reputacional de Israel:
Reputacionalmente, Israel pasó a ser señalado por genocidio, por restringir alimentos, comunicaciones y destruir viviendas. Ya estaba en una posición crítica.
En contraste, los analistas coincidieron en que Palestina, pese a las pérdidas militares, emerge con un reconocimiento internacional más amplio.
¿Cómo es visto ahora Israel y Hamás?
El debate también abordó la percepción internacional tras el acuerdo. Los panelistas destacaron que la narrativa cambió: Israel ya no es visto como víctima, sino como agresor, mientras Hamás, aunque debilitado militarmente, mantiene presencia y capacidad operativa.
Al cierre, los analistas coincidieron en que lo firmado no garantiza una paz estable. La verificación del cumplimiento, la entrega de armas, el control del enclave palestino y la presión internacional definirán si este pacto marca realmente el inicio de una nueva etapa o si se convertirá en otro intento fallido.