El asesino serial más peligroso de Argentina el ‘carnicero de Giles’ se fugó a plena luz del día

Este viernes 30 de agosto, Luis Fernando Iribarren, conocido como el "carnicero de Giles", escapó del sistema penitenciario argentino al no regresar de una salida transitoria autorizada.

Iribarren, condenado a cadena perpetua por el asesinato de cinco miembros de su familia, se encontraba detenido en la Unidad 26 Penal de Lisandro Olmos, en Buenos Aires, y había sido beneficiado con permisos de salida debido a sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.

¿Cómo se desarrolló la fuga del asesino serial más peligroso de Argentina?

Luis Fernando Iribarren quien fue condenado a cadena perpetua en 2002 por los asesinatos de su padre, su madre, sus dos hermanos y su tía, crímenes cometidos entre 1986 y 1995, había obtenido permisos para salir temporalmente de prisión con el objetivo de cursar la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata.

Este régimen de salidas transitorias es parte del sistema penitenciario argentino, diseñado para facilitar la reintegración social de los internos a través de actividades educativas y laborales.

Sin embargo, el pasado miércoles 28 de agosto, después de asistir a una clase, Iribarren no regresó al penal, desencadenando un operativo de búsqueda que aún no ha dado resultados.

¿Por qué fue llamado el ‘carnicero de Giles’?

El historial criminal de Iribarren es extenso y ha sido objeto de estudio por parte de la criminología argentina. Su primer delito conocido fue el asesinato de su tía Alicia Iribarren en 1995. El cuerpo de Alicia fue hallado en su hogar en avanzado estado de descomposición, con dos heridas en el cráneo provocadas por un hacha.

Durante su confesión, Luis Fernando Iribarren alegó que había matado a su tía para aliviar su sufrimiento, dado que esta padecía una enfermedad terminal. No obstante, esta justificación fue rápidamente desestimada por la Policía, que, al continuar con la investigación, descubrió que había cometido crímenes mucho más atroces en el pasado.

En agosto de 1986, cuando tenía 21 años, Iribarren asesinó a toda su familia en la localidad de San Andrés de Giles, en la provincia de Buenos Aires. Las víctimas fueron su padre, Luis Iribarren, de 49 años; su madre, Marta Langgebein, de 42 años; su hermano menor, Marcelo, de 15 años; y su hermana, María Cecilia, de 9 años.

Según las versiones oficiales, él utilizó una carabina calibre 22 para matarlos mientras dormían en su hogar y tras dispararles, salió de la casa, fumó un cigarro y regresó para rematar a su hermano menor, quien aún mostraba signos de vida.

Después de los asesinatos, trasladó los cuerpos al campo familiar ubicado en Tuyutí, a unos 30 kilómetros de su lugar de residencia, donde los enterró y ocultó las pruebas del crimen.

Durante los nueve años siguientes, mantuvo en secreto estos homicidios, viviendo una vida aparentemente normal en la comunidad y el descubrimiento de los cuerpos no ocurrió hasta 1995, cuando la investigación del asesinato de su tía llevó a las autoridades a reabrir el caso de sus familiares desaparecidos.

En medio de su juicio, el hombre fue calificado por los peritos psiquiátricos como un individuo con rasgos de omnipotencia, narcisismo y paranoia, pero aun con estos diagnósticos, no mostró arrepentimiento durante el proceso judicial y fue sentenciado a cadena perpetua por los cinco homicidios.

¿Qué medidas han tomado las autoridades tras la fuga?

Si bien, las salidas transitorias que están reguladas por la ley, son un derecho al que pueden acceder los reclusos que cumplan con ciertos requisitos, como buen comportamiento y la participación en programas educativos o laborales, la decisión de otorgar estos permisos a un condenado por crímenes tan graves ha sido objeto de duras críticas.

Por ahora, en respuesta a la fuga, la Policía de la Provincia de Buenos Aires ha implementado un operativo de búsqueda que incluye controles en las rutas principales, allanamientos en domicilios asociados a Iribarren y la colaboración con fuerzas de seguridad de otras provincias.

También, se han revisado las cámaras de seguridad de la universidad y de los alrededores del penal para intentar rastrear los movimientos de Iribarren antes de su desaparición. Aunque, hasta el momento, no se han encontrado pistas claras sobre su paradero.