En imágenes| Streamer logró completar 11 días sin dormir cumpliendo un récord en Australia
La peligrosa hazaña del streamer Norme, quien desafió los límites del sueño permaneciendo despierto más de 11 días, reavivó el debate sobre la responsabilidad de las plataformas de streaming.
Noticias RCN
12:50 p. m.
En enero de 1964, un joven estadounidense de 17 años llamado Randy Gardner logró mantenerse despierto durante 264 horas consecutivas, un total de 11 días, en lo que inicialmente fue un experimento escolar.
Sin embargo, este desafío rápidamente capturó la atención de la comunidad científica y se convirtió en un estudio fundamental sobre los efectos del déficit de sueño en el ser humano.
Gardner experimentó alucinaciones, problemas de concentración y alteraciones en su comportamiento cognitivo, pero logró finalizar su hazaña sin efectos permanentes.
Su récord, hasta la fecha, permanece como el intento más conocido de privación extrema del sueño, aunque desde entonces, el Libro Guinness de los Récords dejó de aceptar este tipo de desafíos debido a su peligrosidad inherente.
Han pasado casi seis décadas desde que Randy Gardner asombró al mundo con su experimento sobre la resistencia humana al sueño, y aunque muchos han intentado replicar su hazaña, pocos lo han logrado con éxito.
Aun así, en una era dominada por las redes sociales un streamer australiano conocido como Norme decidió intentarlo nuevamente, con el objetivo de superar los límites.
A diferencia de su predecesor, Norme optó por hacer de su desafío un espectáculo público, transmitiendo en vivo cada minuto de su intento a través de sus canales de YouTube y Twitch.
Streamer logró completar 11 días sin dormir cumpliendo un récord en Australia
Lo que comenzó como un experimento personal se transformó rápidamente en un fenómeno viral. Miles de espectadores, atraídos por la curiosidad y el morbo, se conectaron para ver cómo Norme luchaba contra el sueño, día tras día.
Durante las primeras horas, los efectos de la privación de sueño fueron mínimos, limitándose a ojos enrojecidos y ligeros cambios en su comportamiento, pero conforme el tiempo avanzaba, las señales de deterioro se hicieron más evidentes.
Norme empezó a mostrar dificultades para hablar con coherencia, sus respuestas se volvieron erráticas y, en varias ocasiones, confesó estar experimentando alucinaciones.
Su estado de salud se convirtió en una preocupación creciente para su audiencia, que, aunque fascinada, no dejaba de expresar su inquietud en los comentarios del directo.
¿Cómo logró mantenerse despierto por 11 días?
A lo largo de la transmisión, Norme empleó diversos métodos para mantenerse despierto, estos incluían lavarse la cara con agua fría, hacer ejercicio físico moderado y conversar con su hermano Don, quien también jugó un papel crucial en la supervisión del desafío.
Don actuó como una especie de guardián, asegurándose de que Norme no colapsara durante la transmisión y brindándole apoyo emocional cuando las cosas parecían desmoronarse.
No obstante, la creciente popularidad del directo de Norme también atrajo la atención de las autoridades locales y de las propias plataformas de streaming quienes preocupados por su bienestar y conscientes del mal ejemplo que podría estar dando a sus seguidores, un grupo de espectadores contactó a los servicios de emergencia.
En varias ocasiones, la Policía y los paramédicos acudieron a la residencia de Norme para realizar evaluaciones de salud, determinando que, aunque agotado, no estaba en un peligro inmediato.
Streamer fue vetado de plataformas por transmitir su privación de sueño en vivo
La situación se complicó cuando YouTube y Twitch, al darse cuenta del riesgo que representaba la transmisión, decidieron tomar cartas en el asunto. Ambas plataformas optaron por suspender el directo, citando violaciones a sus políticas de seguridad y bienestar.
Este acto de intervención fue recibido con opiniones divididas, pues mientras algunos alabaron la decisión de YouTube y Twitch de proteger a Norme y a su audiencia, otros la criticaron por considerar que coartaba la libertad de expresión y la autonomía del creador de contenido.
En cualquier caso, el resultado final fue que Norme, aunque logró permanecer despierto más tiempo que Gardner, no pudo capitalizar su hazaña como esperaba, ya que su nombre no será inscrito en el Libro Guinness de los Récords, porque la organización no reconoce este tipo de intentos por los riesgos que conllevan y además, su transmisión no podrá ser monetizada.