Estos son los testimonios de los adolescentes presos en Venezuela que claman por libertad
Al momento, las familias de los adolescentes continúan movilizándose para exigir la excarcelación de los jóvenes que fueron detenidos bajo cargos de terrorismo.
AFP
05:56 p. m.
La detención de menores de edad en Venezuela tras las protestas contra la reelección de Nicolás Maduro ha desatado una nueva ola de indignación y desesperación entre los familiares.
Asimismo, la acusación de terrorismo contra estos adolescentes ha provocado protestas adicionales, en las que padres y madres reclaman la liberación de sus hijos.
Recientemente se conocieron cartas desgarradoras, en donde los jóvenes hablan de las duras condiciones de reclusión y el temor a continuar encarcelados por delitos que, según ellos y sus familias, no cometieron.
Este es el testimonio de los adolescentes presos en Venezuela que claman por libertad
"No aguantamos ni un día más" fue el mensaje central de la carta que Theany Urbina, madre de Miguel, un joven de 16 años detenido en Caracas, leyó ante una multitud de manifestantes frente a la Fiscalía General de Venezuela.
En esa carta, Miguel y otros siete adolescentes describieron las terribles condiciones de su detención y suplicaronn por su liberación.
Miguel, junto con Yenderson, Daiber, Héctor, Bleider, Ángel, Diomer y Alexander, todos menores de edad, fue acusado de terrorismo, un cargo que sus familiares y defensores rechazan.
"Mi hijo no es un terrorista", insistió Theany, quien relató cómo Miguel fue detenido mientras comía una golosina en la puerta de su casa.
Según su madre, el joven ni siquiera participó en las manifestaciones, pero fue arrestado arbitrariamente por funcionarios del régimen.
"Llegaron dos funcionarios y se lo llevaron sin más explicaciones", narró Theany, con la voz quebrada; desde entonces, permanece recluido en una comisaría de Caracas junto a otros adolescentes, todos a la espera de una decisión judicial que determine su destino.
Familiares piden en protestas la liberación de sus hijos
La desesperación de las madres es visible en cada protesta, donde alzan sus voces para exigir justicia. Este jueves 26 de septiembre, por ejemplo, Theany, acompañada por otras madres de los jóvenes detenidos, entregó un documento formal ante la fiscalía venezolana solicitando la liberación de sus hijos.
"Estamos encerrados como si fuéramos delincuentes o un peligro para la sociedad", dice la carta firmada por los adolescentes, en la que subrayaron su inocencia ante las acusaciones.
Solo somos jóvenes, no tenemos nada que ver en lo que está pasando en el país, no somos terroristas.
Cabe recordar que, aunque algunos de estos adolescentes ya han sido liberados, como ocurrió con 86 de ellos, todavía 68 jóvenes continúan bajo custodia, según las cifras de la ONG Foro Penal, una organización que se ha encargado de monitorear de cerca la situación de los presos políticos en Venezuela.
Alfredo Romero, director de Foro Penal, ha advertido que las cifras han ido en aumento debido a que muchas detenciones no fueron registradas inicialmente y que nuevos casos siguen apareciendo cada día.
Entre los detenidos se encuentra también Ángel Moisés Ramírez, otro joven de 16 años, cuya madre, Nérida Ruiz, de 39 años, se ha unido al coro de voces que claman por justicia.
Ángel fue arrestado en su casa mientras cuidaba a su hermano menor de apenas un año y medio, por supuestamente hurto calificado, incitación al odio, terrorismo y resistencia a la autoridad.
El motivo de su arresto, según las autoridades, es que una de las motocicletas robadas durante los disturbios fue encontrada en las cercanías de su casa, un cargo que su madre rechaza.
"Él no tiene nada que ver con eso", afirmó Nérida, quien, con una fotografía de su hijo en uniforme escolar en las manos, contó que su mayor preocupación es que Ángel no podría comenzar el último año de secundaria.
"Solo piensa en que va a perder el año escolar", explicó su madre, visiblemente afectada por la situación.
Mientras tanto, Theany Urbina sigue aferrada a la carta que su hijo Miguel le escribió desde la celda donde permanece detenido.
Lo único que pedimos es justicia.
Para ella y para todas las madres que siguen esperando el regreso de sus hijos, la única esperanza radica en que la presión pública y las protestas logren forzar al gobierno a reconsiderar las detenciones.
"Por favor ayúdenos a salir de este lugar tan feo, no aguantamos ni un día más", imploró Miguel en su carta, palabras que resuenan en cada marcha, en cada manifestación, y en cada clamor de libertad.