Unión Europea extiende suspensión de aranceles contra EE. UU. hasta agosto para evitar guerra comercial

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este domingo 13 de julio que la Unión Europea extenderá hasta comienzos de agosto la suspensión de los aranceles de represalia contra Estados Unidos. La medida busca facilitar una negociación comercial que impida la entrada en vigor de nuevos aranceles del 30% anunciados por Donald Trump.

"Estados Unidos nos ha enviado una carta con medidas que entrarán en vigor a menos que se alcance una solución negociada", explicó Von der Leyen. Aunque la UE insiste en su voluntad de diálogo, también prepara medidas de respuesta, como aranceles por 21.000 millones de euros, en caso de que no se logre un acuerdo.

UE y EE. UU. negocian en medio de tensiones por aranceles del 30%

La suspensión inicial vencía este lunes 14 de julio por la noche, pero Bruselas decidió ampliarla para evitar una escalada comercial. En abril, la UE ya había detenido sus represalias con la esperanza de cerrar un acuerdo más amplio con la administración Trump, quien impuso aranceles del 25% al acero y aluminio europeos durante su anterior mandato.

Este 12 de julio, Trump volvió a tensar la cuerda al anunciar nuevos aranceles del 30% a partir del 1 de agosto para productos europeos y mexicanos. Esto encendió las alarmas en Europa, donde sectores clave como el automotor, farmacéutico, aeronáutico y de los vinos podrían verse gravemente afectados.

La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, aseguró que el bloque está listo para responder: "La UE siempre ha buscado una solución negociada. Pero si es necesario, también tiene las herramientas para defender sus intereses", dijo en entrevista a La Tribune Dimanche.

Europa apunta al sector servicios como respuesta a aranceles de Trump

Kallas sugirió que uno de los puntos de presión podría ser el sector servicios, donde Estados Unidos tiene mayor ventaja. En este terreno, la UE registra un déficit comercial de 150.000 millones de euros, especialmente por el peso de la tecnología, los servicios informáticos y el software estadounidense.

Trump justificó sus nuevas medidas por el superávit comercial de 50.000 millones de euros que mantiene la UE con EE. UU. Sin embargo, esa balanza se invierte si se consideran solo los servicios, un flanco que Bruselas podría utilizar como contrapeso estratégico.

Desde Berlín, el ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, y el jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, coincidieron en que, de no lograrse un acuerdo “justo”, la UE deberá aplicar contramedidas firmes. Merz advirtió que los nuevos aranceles "echarían por tierra gran parte de los esfuerzos para reactivar la economía" y afectarían severamente a los exportadores europeos.